El camino para autopublicar

Hay un mito muy famoso sobre ser un autor independiente en el que se dice que cualquier persona puede subir lo que sea, sea bueno o malo. Autopublicar es una jornada, una escalada al pico del Everest. Es algo que toma tiempo, esfuerzo e investigación.

Esta aventura comienza como todo tipo de publicación: creando una historia, escribiéndola y practicando. En mi opinión, esa es la parte más sencilla: crear tu mundo, los personajes y la trama. Sin embargo, esto toma tiempo. También existe la edición. Cuando publicas a través de editoriales, ellas tienen editores para apoyarte, pero cuando eres independiente, eso no es una posibilidad. La ausencia de una editorial te fuerza a hacerlo por ti mismo o a conseguir editores externos.

Crédito: Foto por Amanda Lawrence en Unsplash.

Un editor es sumamente importante para el proceso de autopublicación, pues asegura que el trabajo que hiciste es de calidad. Por ello, asegúrate de que estés cien por ciento seguro de que lo que tienes es lo mejor que pudiste haber hecho por ti mismo o con revisiones de lectores beta.

La parte más divertida que tuve la oportunidad de experimentar al estar en camino para publicar fue con mi artista de portada y mi editora. No tuve una experiencia mejor que recibir retroalimentación sobre mi trabajo: las cosas buenas y malas. Además, vi cómo la idea de la portada tomaba vida y se volvía realidad.

Crédito: Foto por Kaitlyn Baker en Unsplash.

Para mí, estas dos experiencias pasaron al mismo tiempo. Mientras un día podía ver el avance en la portada, al otro hablaba con mi editora sobre las fortalezas de mi escrito y cómo podía mejorarlo. Esa motivación no se podía comparar con ninguna otra. Eso fue hasta que descubrí un grupo de escritores. Hay mucha más gente a la que le gusta escribir, y si encuentras a las personas adecuadas, entonces todos pueden crecer. Tuve la fortuna de descubrir a mi grupo en una conferencia en San Francisco para y por escritores.

En mi caso, mi grupo se volvió la motivación del proceso. Recientemente, no me creía apto para dar revisiones, pero mis compañeros de grupo me dijeron: “Tú eres la persona con la que conozco a mis personajes mejor. De alguna forma, sabes cosas que yo todavía no y me ayudas a entenderlos mejor”. Para muchos, eso no es nada, pero para mí, escribir es sobre impactar positivamente a las personas. Impacto y apoyo a mis compañeros y amigos escritores.

Crédito: Foto por Sincerely Media en Unsplash.

¿Ya tienes tu portada, contraportada, título y ediciones? Es hora de darle un formato. Asegúrate de tener la tabla de contenidos, números de página, títulos, dedicatoria, glosario (en caso de ser necesario), página con tu ISBN, derechos de autor y, finalmente, tus reconocimientos. Haz que tu trabajo se vea lo más profesional posible. Parece que no, pero sí hace una gran diferencia.

Hablando de derechos de autor y ISBN (International Standard Book Number), estos dos son muy importantes. Dependiendo de dónde quieras publicar, habrá que tomar consideraciones. Por lo general, el que va a variar será tus derechos de autor, aunque, siendo honesto, puedes buscarlos aquí en México o en el extranjero. Muchos países tienen protecciones internacionales y se respetan a nivel internacional.

El ISBN es el tema más delicado. Cada país tiene su manera de obtenerlo. Hay distribuidoras que lo ofrecen; Amazon también lo ofrece al utilizar su plataforma. La diferencia es el proceso y los costos que estás dispuesto a atravesar para obtenerlo. Y sí, es extremadamente necesario; si no, no puedes tener tu código de barras.

Crédito: Foto por Veronikhi Thetis en Unsplash.

Ya llegamos lejos, pero aún no acabamos. Estamos cerca, es la recta final. Es hora de buscar un distribuidor. En la autopublicación, hay muchas opciones que pueden ser de ayuda, como BookBaby, Amazon, Ingram Spark, etc. Este es el momento en el que todos comenzamos a escoger basados en nuestras necesidades.

Se requeriría un artículo completo para ver todos los pros y contras de todas. Yo escogí Draft2Digital para mis libros digitales; su plan era global y siempre tratan de expandir sus servicios. También elegí BookBaby para libros físicos. Ellos son una distribuidora que ofrece más que solo servicios de distribución: mercadotecnia y edición.

Cualquier persona creería que aquí acaba todo el proceso, y si fuera así de sencillo, estaría de acuerdo. Pero para mí, esta es la parte más difícil: la mercadotecnia. Sacaste tu obra, y ahora tienes que hacer todo el trabajo de contactar a influencers, organizaciones, aplicar a concursos, convenciones y ferias de libros, obtener lectores ARC, estar en podcasts, hablar con periódicos, hacer todo lo posible por dar a conocer tu libro. Al final de cuentas, ¿cuál es el punto de un libro si nadie lo puede leer?

Crédito: Foto por Azamat E en Unsplash.

Es muy importante tener en cuenta el impacto de las redes sociales, los medios tradicionales y el poder de los newsletters, pues son herramientas para darte a conocer. Aunque no siempre son necesarias, hay autores independientes que han tenido éxito sin ello, pero es bueno para no quedarse atrás

Después de todo esto, dirás: ¿por qué hacer todo este trabajo si alguien más lo podría hacer por mí? Hay muchos beneficios por ser independiente, y hay géneros o estilos de escritura que solo destacan en la autopublicación, por ejemplo, la poesía y las antologías.

Crédito: Foto por Pj Accetturo en Unsplash.

Un factor a tener en cuenta es la curva de crecimiento de un autor independiente, pues gana en lo económico y en reconocimiento. Los autores tradicionales crecen de manera exponencial, y aunque suene grandioso, sus ganancias y reconocimiento no crecen de la misma manera que un autor independiente. Las editoriales y agentes, en ocasiones, editan partes de la historia que son importantes para el autor; hay un millón de reglas, pero si te importa contar tu historia, es mejor ser independiente.

Esta es mi experiencia publicando. ¡Asegúrate de revisar qué pasos y medios son más útiles para que tu trabajo sea leído y reconocido!