
Soothsayers, un diálogo con el planeta
Por Elisa Tellez, Directora del Centro de las Artes UDEM.
El arte, en sus múltiples expresiones, tiene un poder único para inspirar, emocionar, cuestionar e incluso alertar y hacer un llamado. En un momento marcado por la crisis ecológica, el cambio climático y la transformación irreversible de nuestro ecosistema, el trabajo de Julian Charrière (1987) se erige como un reflejo de la urgencia de la situación. Charrière, artista franco-suizo, trasciende las convenciones del arte contemporáneo al fusionar ciencia, filosofía y arte en una práctica multidisciplinaria que invita a los espectadores a reflexionar de manera profunda sobre nuestra relación con la naturaleza y los desafíos ecológicos que enfrentamos.

“El arte nos da la posibilidad de ver el mundo de nuevo, de tomar diferentes lentes para experimentarlo”.
—Julian Charrière, 2024
A través de su proyecto Soothsayers (2021), actualmente en exposición en nuestra universidad, Charrière crea una instalación que une lo sensorial y lo conceptual, lo que abre la posibilidad de vivir una experiencia que activa una conciencia crítica sobre el estado de nuestro planeta. En esta obra, el artista se adentra en el antiguo arte de la adivinación, explorando los presagios de las profundidades de la tierra como una representación simbólica de lo que nos espera si no tomamos acción.

Soothsayers se conforma por un gran bloque de carbón encapsulado en un pedestal de acero simultáneamente evoca las entrañas de la tierra y la modernidad. La irregularidad del carbón, que recuerda la forma de un tumor o tubérculo, contrasta con la estructura racional del metal, desafiando nuestra percepción del mundo contemporáneo y de la naturaleza misma.
La instalación invita a entrar en su oscuridad, a través de un hueco tallado en el bloque de carbón, permitiendo una sumersión tanto física como emocional. Este gesto busca generar una experiencia que lleve a la introspección sobre las condiciones actuales del mundo y nuestra relación con el medio ambiente llevándonos a cuestionamientos como: “¿Qué cicatrices estamos dejando en el planeta para las futuras generaciones?”, “¿qué legado dejamos a través de nuestras decisiones sobre el medio ambiente y los recursos naturales?”.

En sus propias palabras, Charrière ha señalado: “Es necesario reajustar nuestra relación con la Tierra, desde las profundidades, pasando por las capas geológicas, el ciclo químico y la atmósfera. Estos son desafíos prácticos, pero, sobre todo, filosóficos, y por eso es absolutamente necesario traer a los practicantes culturales al ámbito político, para que las políticas que diseñemos para el futuro puedan cuestionar nuestro sistema de creencias y ser más inclusivas tanto con los humanos como con los no humanos, para que podamos construir el mundo del mañana” (2024).
De esta manera, el artista ha trabajado en lugares tan remotos como Groenlandia, Kazajistán o las Islas Marshall, combinando la investigación de campo con una profunda sensibilidad visual. Su propuesta no busca sermonearnos, sino más bien invitarnos a reflexionar sobre lo que quedará del presente para las futuras generaciones e impulsarnos a ver el mundo de una manera diferente, a cuestionar lo que damos por supuesto y a ser conscientes de las huellas que dejamos en el planeta.

En su producción, Charrière no solo establece un contraste entre los elementos sólidos de la tierra y la fragilidad de la condición humana, sino que también propone una reconfiguración de las historias sobre el planeta, dándoles nueva relevancia en el siglo XXI. Su trabajo invita a replantear nuestra relación con el entorno, mientras hace una crítica sobre el impacto de la humanidad en la Tierra y el papel que desempeñamos en la crisis ecológica global.
Presentar la obra de Julian Charrière en la UDEM es una oportunidad única para explorar los temas complejos y urgentes de nuestro tiempo, y es un ejemplo de cómo el arte puede ser una herramienta poderosa no solo para conectar emocionalmente, sino también para hacer un llamado a involucrarnos activamente en la construcción de un futuro más consciente y sostenible.
¡Les invito a acercarse a Soothsayers! Participa en una experiencia sensorial y emocional que les desafiará a pensar el mundo de otra manera.