10 discos para cerrar 10 años
I’m New Here (2010) – Gil Scott-Heron
Su último álbum, producido después de 16 años de no entrar a un estudio, es una obra incisiva que no protesta contra el precario estado del mundo. En su lugar, reflexiona sobre las dolencias de su autor. Un disco que nos muestra la esencia definitiva del hip hop, el jazz y el blues, y que pudo haber marcado el regreso de un renovado Scott-Heron, que lamentablemente falleció un año después.
Let England Shake (2011) – PJ Harvey
Grabado en una iglesia del siglo XIX, locación que ayudó a generar sonidos imponentes, este álbum es una reflexión de Polly Jean sobre la guerra, lleno de perturbadoras letras. Nueve años después, sigue igual de vigente en un mundo que parece no entender nada.
Bad As Me (2011) – Tom Waits
Que en este álbum haya colaboraciones de Marc Robot, Keith Richards y Flea, ya es suficiente para ubicarlo en la lista. No ha lanzado otro disco de estudio desde entonces pero con este material nos dio suficiente para dejarnos satisfechos por años, lleno de sus usuales gruñidos y aullidos, letras bizarras y blues impecables combinado con experimentos sonoros.
King of Limbs (2011) – Radiohead
Un lanzamiento que dura solo 37 minutos, pero qué te lleva de la mano a conectar con lo más profundo de la naturaleza. Ambiental y embrujada, esta obra definió el nuevo curso de la banda, en el que no están dispuestos a realizar un LP nuevamente, en aras de mantener su interés en crear nueva música.
AM (2013) – Arctic Monkeys
Con esta entrega mucho más madura, los Arctic Monkeys pasaron del stoner rock a un sonido más complejo y clásico, mientras que las letras de Alex Turner se enfocan en temas más lacerantes y exponen consecuencias de actos aparentemente inocentes.
Sound & Color (2015) – Alabama Shakes
Un sonido muy particular y místico es lo que se puede escuchar en esta inesperada grabación de la banda famosa por su estilo “retro-soul”. Un funk psicodélico es lo que permea a lo largo de este maravilloso disco. Nada más escuchar la voz de Brittany Howard es, de entrada, suficiente pretexto para ubicarlos en esta lista.
You Want It Darker (2016) – Leonard Cohen
Ya desde el título se advertía una obra sombría. Sin embargo, este testamento definitivo nos lleva a la luz por un valle de oscuridad. La despedida de Leonard nos aconseja viajar ligeros hacia esa estrella brillante que es la otra vida.
Blackstar (2017) – David Bowie
Otro artista que logró orquestar su despedida hasta el mínimo detalle con esta obra maestra. Lleno de cierres a sus personajes del pasado, Bowie se sabe inmortal y finalmente libre, pero nos deja muy claro que el misterio permanecerá y que nada es lo que parece.
Everything Now (2017) – Arcade Fire
Rodeado de una sofisticada maraña de sitios en línea de noticias falsas y una plataforma (también falsa) de e-commerce, este álbum lleno de sonidos disco apunta a la reflexión sobre nuestro consumismo y exceso de tecnología, traumas que nos auto infligimos a diario.
Ghosteen (2019) – Nick Cave and the Bad Seeds
Un disco sorprendente que estuvo precedido por una terrible tragedia personal. Aunque lo más lógico era esperar una obra depresiva, Cave y Warren lograron crear una serie de canciones llenas de esperanza e iluminación, de aceptación de la pérdida, pero no en la resignación sino en la convicción del amor.
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