Cómo ser creativo (y no frustrarte en el intento)
Si crees que no naciste con ese “don creativo”, piénsalo de nuevo. Los creadores y diseñadores tienen esta imagen de ser locos, sensibles y con un alma innata de artista, pero todos tienen ese espíritu creativo en su interior. Es una habilidad que puedes tener para canalizar, en los momentos que más lo necesites, a tu escritor, político, empresario, comediante que llevas dentro. Te decimos cómo con esta sencilla guía de cinco pasos.
Ríndete…ante la creatividad
Concéntrate en tus sueños, pensamientos y divagaciones, los cuales son una expresión de tu interior. Sabemos que antes de dormir, llega una bola de inspiración, sobre qué deberíamos hacer y decir; resolvemos ese problema que nos había molestado todo el día; y fantaseamos con conceptos de inventos, soluciones. Si cedemos a ellos, encontraremos la famosa idea que nos llevará a donde queremos, así que ponte atención.
Confía en tu intuición
A veces podrá parecer que son ideas sin sentido y que nos distraen de lo que tratamos de lograr, pero cuando dejamos que la mente vague por ahí, sin un destino fijo, podremos encontrar el camino.
Sé audaz
Siente confianza en lo que haces. Y no solo eso: convéncete de que será algo asombroso. Tienes el derecho de estar emocionado y muy contento por tus ideas y proyectos. Siéntete con la confianza de platicarlo con gente cercana, que impulse tu deseo de llevar a cabo tu iniciativa.
Sé imperfecto
Tenemos que ser claros: la búsqueda de “lo perfecto” es el rival más grande de la creatividad. El perfeccionismo es el enemigo público #1 del proceso creativo, ya que no permite que una idea fluya. Por lo tanto, tu impulso es tu principal motor, es tu “yo” más perfecto. No hay problema que si escribes algo, no esté a la altura de tu profesor, Chomsky o tu escritora favorita. No eres ellos. Agarra una hoja y empieza a escribir -y deja el borrador a un lado-.
¡Descansa!
Y no nos referimos a la típica instrucción de que necesitas ocho horas de sueño. También significa alejarse de todo estímulo que sea un consumo (Netflix, un libro, podcast, redes sociales). Consumimos demasiada información. Recomendamos que, por ejemplo, cuando te subes a la bicicleta fija en el gimnasio, no te pongas a ver un capítulo de tu serie del momento. Mejor deja a la cabeza meterse a tu cabeza. Lo mismo cuando caminas (créelo o no, hay gente que usa el celular mientras va por la avenida): deja a tu mente divagar. Es cuando las mejores ideas llegan.
El valor del tiempo de inactividad para la creatividad tiene doble función:
– Te permite sintetizar lo que ya se te ocurrió. Se hornea, por decirlo de una manera más sencilla.
– También te da espacio para darle rienda suelta a otras ideas.
Ya lo dijo Don Draper, de la serie Mad Men: “Just think about it deeply, then forget it… then an idea will jump up in your face”.