El pan de plátano es el ‘comfort food’ oficial
¿Se acuerdan cuando todo estaban obsesionados (o siguen) con ponerle polvo de matcha a todo? La versión pulverizada de las hojas del té verde dominó la conversación de comida por un rato, hasta que ahora, tenemos el pan de plátano. La cuarentena ha hecho que formemos nuevos vicios o productos del encierro, que, por lo general, gustan a todos: el pan y el plátano. Pero ¿por qué estamos obsesionados con esta receta?
Las redes sociales, como siempre, nos ayudaron a reportar esta tendencia con fotos de resultados casualmente perfectos –probablemente ultra producidos– o chistes de la nueva obsesión. Google Trends confirmó con datos duros que este postre le ha ganado a favoritos como el pastel de chocolate. ¡Zas!
Las teorías de por qué esta receta tan casera y sencilla ha creado una nueva escasez de harina en varios rincones del mundo, varían. Los editores de Medium, por un lado, argumentan que es algo fácil de hacer, a los niños les gusta, siempre compramos más plátanos de los que consumimos y dura por muchos días. Otros proponen que podría mejorarse con nueces, chispas de chocolate o de plano, reemplazar el plátano por calabaza o arándanos en lata. Cada quién sus gustos.
Todos están de acuerdo que cocinar nos regresa el sentido de control en momentos de incertidumbre y nos da una sensación de supervivencia al poder hacer nuestros propios alimentos. ¿Qué hace especial al pan de plátano sobre otras recetas? Que rescata los plátanos que ya maduraron de más, cualidad que, de hecho, mejora el sabor del resultado. “Hemos estado comprando más comida en la cuarentena, lo que quiere decir que hay más oportunidad de que las cosas se echen a perder, pero, por suerte, podemos salvar los plátanos cafés de caer en la basura o composta”. Así lo explica Ori Zohar, co-fundador de Burlap & Barrel y cocinero constante de pan de plátano.
Aunque pueda parecer una invención nueva, la primera receta de este pan fue publicada por Pillsbury en 1933 en medio de la Gran Depresión, otra situación en la que el cuidado del desperdicio de la comida y la escasez estaban a la orden del día. Sin caer en un pensamiento negativo sobre la situación en la que nos encontramos, el lado positivo es que más personas que decían que nunca cocinaban han caído en preparar esta receta. Es un buen punto de inicio por ser noble ante errores y no requerir gran habilidad técnica. Otra bondad de la tendencia es que, si aprendemos algo, será cuidar más los alimentos y encontrar maneras de aprovecharlos cuando se pasen un poco.