Los crucigramas para los tiempos difíciles
Dato curioso: la popularidad de estos clásicos juegos mentales que encontramos ahora en casi cualquier periódico -especialmente en la sección exclusiva de The New York Times (NYT)- se debe a la Segunda Guerra Mundial.
Fueron creados, tal y como los conocemos, en el Reino Unido en 1913 por el periodista británico Arthur Wynne. Tiempo después se publicaron con cierta regularidad en el periódico The Times. Desde la década de los años 20, este pasatiempo empezó a despegar como un entretenimiento cotidiano, pero muchas personas eran escépticas a darles un lugar en los periódicos estadounidenses y pensaban que era una tendencia pasajera. Cuando llegó la Segunda Guerra Mundial y el mundo cambió su curso, el responsable de la edición de los domingos del NYT, Lester Markel, propuso que se incluyeran para ayudar a las personas a lidiar con la situación. Él creía que los lectores necesitaban la distracción de algún tipo.
En el otro lado del charco incluso fueron vistos como algo útil, ya que en el Reino Unido se creía que escondían los códigos de guerra de los alemanes e incluso hubo un falso concurso supuestamente organizado por The Telegraph para reclutar a quienes fueran capaces de descifrarlos. Y ahí comenzó la fiebre por entretenerse mientras “lees” el periódico o el ritual de muchas personas que ahora lo resuelven diariamente en una app o la página de su periódico favorito.
Hoy, aunque tenemos Twitter, nos encontramos de nuevo en una década de los años 20 y con una nueva crisis mundial, así que los crucigramas regresan a distraernos. Su atractivo es el mismo de cualquier hobby, el contribuir a nuestro bienestar mental y distraernos. La ventaja adicional es que no son considerados como una pérdida de tiempo por completo, ya que ayudan a mejorar nuestro vocabulario y retan la memoria al tener que acordarnos de lo que aprendimos (o tal vez no) en clases.
Si ya te dieron ganas de hacer uno, te dejamos los del día. Puedes resolverlos en línea desde formatos pequeños gratuitos, como el den NYT, o formatos grandes como la opción de El País.
Si quieres conocer más, puedes leer el libro sobre la historia de los crucigramas: Thinking Inside the Box, de Adrienne Raphel.