Hasta siempre, iPod

Por Nilsa Farías Fornés

En 2001 Steve Jobs revolucionó el mundo de la música y la tecnología con el iPod y en ese entonces la promesa de “mil canciones en tu bolsillo” se nos hacía la octava maravilla, pero ahora, más de 20 años después, le hemos dado las gracias y el adiós al aparato.

Este final ya muchos lo veían llegar, pues el iPhone combinó iPod Touch, el mejor modelo de Apple, con la funcionalidad de un teléfono, y con la llegada de este este nuevo smartphone revolucionó la tecnología portátil, porque -literalmente- podíamos tener todas nuestras necesidades, incluso las musicales, en la palma de la mano. Ya no necesitábamos un reproductor de audio si teníamos un iPhone.

Y esta evolución trajo consigo otra: cómo escuchamos música. Antes matábamos lentamente la computadora familiar descargando canciones de dudosa procedencia con LimeWire o Ares, pero ahora tenemos acceso al infinito con servicios de streaming como Spotify, YouTube Music y Apple Music, entre otras. 

Pero esta nueva forma de escuchar música no se limita a tener acceso a todas las canciones que el mundo tenga para ofrecer, sino que además es una experiencia personalizada gracias los algoritmos que te hacen recomendaciones basándose en tus gustos y promueve el sentimiento de comunidad al permitirle al usuario crear y compartir playlists.

Además, con la popularidad de los podcasts y la facilidad para crearlos, estas plataformas de streaming han servido como el umbral hacia hobbies y actividades para las que antes se necesitaba ir a clases o talleres, leer un libro, ir al teatro o pagar para acceder a contenido de nicho.

Con tantas posibilidades en un smartphone, el mundo ya no tiene necesidad de un dispositivo que solo toque música.

Lo que creo que sucederá en los próximos años es que incluso el iPhone estará en peligro de extinción para permitirle a las personas aprovechar y hasta usar, en todo el sentido de la palabra, la nueva tecnología: realidad virtual, realidad aumentada, sonido inmersivo y tech portable.

Por lo pronto podemos empezar a ver que estos servicios de streaming, que de alguna manera significaron la muerte del iPod, empiezan a batallar para mantener su corona por la amenaza de aplicaciones como TikTok, que los centennials usan para encontrar nuevos artistas, explorar sonidos y como plataforma para lanzar sus carreras.


Foto por Ben Szymanski en Unsplash