Archivos fotográficos: custodios de una memoria colectiva

Por Elisa Téllez, Directora del Centro de las Artes UDEM

Cada 9 de junio, desde el año 2007, se celebra el Día Internacional de los Archivos, por iniciativa del Consejo Internacional de Archivos (ICA), que fue creado en 1949, con el respaldo de la UNESCO. El propósito del ICA es defender el patrimonio documental, promover la importancia de los archivos en la construcción de la memoria individual y colectiva, y la cooperación para el intercambio de información, como lo expresa su misión.

El valor fundamental de los archivos fue reafirmado en la Declaración Universal sobre los Archivos emitida por la UNESCO en 2011. Este documento representó un paso esencial para fortalecer la comprensión y la concientización sobre la relevancia de los archivos en nuestra sociedad. En él se reconoce que los archivos deben considerarse como “custodios de decisiones, actuaciones y memorias que se transmiten de generación en generación”. Asimismo, destaca su función como “fuentes fiables de información, herramientas de gestión eficaz y reflejo de la evolución cultural, intelectual y social de nuestras comunidades”. En pocas palabras, sin archivos, la historia y, con ella, nuestra identidad, estarían incompletas.

Entre los diversos tipos de archivos, los fotográficos ocupan un lugar único y evocador. A menudo descritos como bancos de imágenes, estos no solo registran momentos, sino que también dan forma a nuestras percepciones, emociones y relatos colectivos. Una fotografía puede ser tan poderosa como un documento escrito, pues da testimonio de lo que fuimos y de cómo hemos evolucionado a lo largo del tiempo.

Los archivos fotográficos son parte del patrimonio visual y su conservación representa un compromiso conjunto. Las imágenes en papel, negativo, formato digital u otro soporte, constituyen testimonios de su tiempo. Nos permiten asomarnos a paisajes, rostros y objetos que narran fragmentos de nuestra historia. Esa historia que las imágenes ilustran también puede ser cuestionada y transformada a través de ellas. Como dijo Susan Sontag, destacada intelectual del siglo XX, la fotografía tiene la capacidad de “explicar el hombre al hombre”.Con ese espíritu, presentamos el proyecto La ciudad que fuimos, la ciudad que somos, una colaboración entre la Fototeca Nuevo León | CONARTE y la Universidad de Monterrey. Esta exposición marca el inicio del convenio cultural y educativo entre ambas instituciones. Se trata de un repaso por la historia urbana de Monterrey donde se contrastan imágenes históricas del archivo de la Fototeca con registros contemporáneos tomados por estudiantes universitarios.

Crédito: Alberto Flores Varela, Arco de la Independencia ubicado en Avenida Pino Suárez, 1991, No. Inventario: 9632. Fondo Alberto Flores Varela.

Al recorrer la muestra, el espectador podrá detenerse en espacios que se han transformado en referentes icónicos de la ciudad como el Obispado, el Palacio de Gobierno, el Arco de la Independencia, la Catedral Metropolitana, las calles Morelos y Juárez, el Cerro de la Silla y la Huasteca. Cada imagen, antigua y actual, invita a observar más allá de lo cotidiano y a valorizar los procesos de transformación que han moldeado la identidad de Monterrey.

Crédito: García L. Fot/Enrique J. García Leal, “140- Palacio de Gobierno”, 1940, No. Inventario: 76034. Fondo Archivo General del Estado.

La Fototeca Nuevo León, cuyas bóvedas resguardan uno de los acervos fotográficos más importantes de México, conserva 13 fondos históricos y 7 colecciones contemporáneas. Con más de 25 años, se ha consolidado como un referente en la conservación, investigación y divulgación del recuerdo visual del noreste de México. Su misión va más allá de solamente registrar, catalogar y salvaguardar: busca generar vínculos con su comunidad a través de exposiciones, publicaciones y recursos digitales como su plataforma https://fototecanl.org/ que es de acceso para todo público.

Crédito: Autor sin identificar, “Edificio del Banco de Nuevo León, ubicado en el cruzamiento de las calles Parás y Morelos”, 1905, No. Inventario: 21312. Fondo Archivo General del Estado.

Esta exposición que se detona a partir de una selección de los fondos históricos, también es una invitación a reflexionar sobre el valor del archivo. Al compartir imágenes de antaño, no solo reconocemos lo que fuimos, sino que desarrollamos una mirada crítica que conecta el pasado, presente y futuro. 

Y como Boris Kossoy, reconocido historiador, investigador y fotógrafo, afirmó: “El momento vivido, congelado por el registro fotográfico es irreversible. La vida continúa, sin embargo, la fotografía sigue preservando aquel fragmento congelado de la realidad”.

La ciudad que fuimos, la ciudad que somos, estará exhibida en el edificio Estoa, nivel A, hasta finales de junio. ¡El Centro de las Artes UDEM te invita a visitarla!