Chat GPT en la universidad

Ser estudiante en estos tiempos es toda una aventura… y todavía más con la llegada de ChatGPT a nuestras aulas. Es una inteligencia artificial que simplifica muchos procesos de pensamiento y búsqueda de información: al tener diferentes tipos de tareas como investigaciones, ensayos o reportes, la búsqueda de fuentes confiables es cada vez más extensa y ardua. Al tener acceso a tanta información de manera tan sencilla, ya no nos queremos esforzar en leer un artículo o en verdaderamente realizar nuestro trabajo de investigación. Es por ello que pienso que el uso de esta herramienta debe ser como cualquier otra: una aliada, siempre tenemos que considerarla como un apoyo y fuente de inspiración. Como estudiante, he tenido diversas materias en las que se me permite el uso de ChatGPT, pero siempre con su respectiva referencia, así como la creación de ideas propias.

Sin embargo, como todo lo bueno en la vida, debe tener sus límites. Un ejemplo de esto es mi clase de Diseño Instruccional, donde debíamos crear un curso para una empresa que incluyera módulos, objetivos y respectivos contenidos.

Normalmente, este proceso tomaría más de seis meses; con la ayuda de ChatGPT, nos tomó tres presentarle un trabajo de calidad a la empresa. La clave en este proyecto fue que nuestra profesora nos puso los límites siguientes: de los cuatro módulos propuestos a la empresa, dos podían ser creados desde la información que brindara ChatGPT y otros dos debían ser de nuestra creatividad y originales.

Considero que es una buena manera de establecer los límites para su uso.

AL ALCANCE DE LAS HERRAMIENTAS
En lo personal, como futura educadora, creo firmemente que el proceso de escribir y leer son de los más magníficos para un ser humano. Todo lo que sucede en nuestro cerebro es demasiado interesante como para negarle la posibilidad a nuestra persona de desarrollar todo su potencial. Es por ello que, aunque como jóvenes intentemos y queramos que ChatGPT haga todo por nosotros, sigue siendo una tecnología, una plataforma, y nuestro cerebro sigue siendo mejor y está más capacitado para realizar
todos esos procesos.

La llegada de nuevas tecnologías no va a detenerse. Es nuestra responsabilidad estar siempre conscientes de que el balance es lo primordial, porque si todos los que estamos en la universidad dejamos en manos de las apps y plataformas nuestro conocimiento, estamos siendo producto del mismo mundo que quiere encasillarnos o formarnos de cierta manera. Es por ello que la llegada de esta herramienta es un parteaguas para reflexionar acerca de la importancia de nuestras profesiones y cómo aprendemos de ellas.

QUÉ SIGUE
No hay que tener pensamientos extremistas. No hay que enfrascarnos en la discusión de si ChatGPT es malo o bueno. Las universidades deberían concentrarse en capacitar a sus estudiantes para usarlo de la mejor manera posible, en lugar de prohibirlo o darle una connotación negativa. Al ser una plataforma a la que todo el mundo tiene acceso, es imposible ir contra ella.

Los esfuerzos que se deberían empezar a generar son espacios de formación de cómo emplearla o, inclusive, ofrecer capacitaciones sobre cómo investigar. Para concluir, me gustaría decir que si eres un estudiante como yo, te preguntes: ¿estás siendo fiel a ti mismo? ¿Estás aprendiendo y experimentando en
esta etapa universitaria?

En lo personal, considero que todas las herramientas están ahí para ayudarnos, pero nunca dejemos que la tecnología nos quite nuestra esencia y la capacidad de crear grandes conocimientos que cambien este mundo