China y las pandemias
La inminente amenaza global y sin fronteras sobre la aparición de nuevas enfermedades emergentes se hace latente en la actualidad refiriéndonos al virus SARS-CoV-2 que ocasiona la enfermedad COVID-19.
Las pandemias forman parte de la historia de la humanidad: a lo largo del camino han ocasionado millones de muertes hasta el momento y a pesar de los avances tecnológicos y médicos seguimos sin poder encontrar la forma de evitarlas y/o detenerlas. La mayoría de las pandemias más recientes tienen en común su origen en Asia, en específico en China.
Pero, ¿por qué en China? Tal vez sea una pregunta no tan difícil de resolver y a la vez con una respuesta clara a la vista de todos, que tal vez no hemos querido voltear a ver.
El cambio en la población humana con la urbanización rápida y extrema, provocando el hacinamiento de personas en países asiáticos —en los que actualmente vive más del 50% de la población mundial— conlleva a una de- forestación exagerada, con la repercusión en cuanto a la convivencia mutua y permanente entre animales salvajes, animales domésticos y la población humana. Esta triada mortal corresponde a un aumento exponencial en el riesgo de aparición de enfermedades zoonóticas con gran potencial pandémico.
Haciendo referencia al probable origen de la pandemia COVID-19, estudios científicos tras el análisis filogenético argumentan su posible asociación con el murciélago (animal salvaje), el cual puede ser el huésped original de este nuevo Coronavirus, teniendo muy seguramente un huésped intermediario (animal doméstico) que, por su proximidad, facilita la transmisión del virus a los humanos.
Los mercados chinos de animales vivos como ganado vacuno, gallinas y cerdos (ricos en bio- diversidad y caracterizados principalmente por su crianza en espacios limitados, falta en el control de enfermedades zoonóticas y condiciones insalubres) seguramente albergan hoy en día numerosos patógenos con riesgo potencial de generar pandemias a corto y largo plazos.
Además, ciertos animales como tigres, bilis de oso, gatos salvajes o escamas de pangolines son utilizados para medicamentos cuestionables de la medicina tradicional china. Y no olvidemos la cultura gastronómica asiática, con consumos de alimentos naturales crudos o semicrudos para así conservar sus nutrientes originales.
Es evidente que un inadecuado saneamiento ambiental y la falta de higiene en los alimentos son la principal causa de enfermedades infecciosas en los humanos. Todas las acciones y estrategias en salud pública deben ser dirigidas a estos dos aspectos para poder evitar la aparición de una nueva crisis pandémica.
No sabemos cuándo ni dónde surgirá una nueva pandemia; de lo que sí podemos estar seguros es que el COVID-19 no será la última ni la más mortal. Mientras la humanidad no tome las medidas necesarias en cuanto al desarrollo de estrategias para minimizar las terribles consecuencias de los efectos humanos sobre las reservas ecológicas, y mientras no aprendamos de las pandemias pasadas, siempre estaremos condenados a repetirlas.
La pregunta que surge tras estos argumentos: ¿estás preparado para enfrentar la próxima pandemia y no morir en el intento?
El Dr. Omar Alejandro Rangel Selvera es profesor de Salud Pública en la UDEM e Investigador en Salud, con maestría en Epidemiologia por la Universidad Autónoma de Madrid, España; especialidad de Geriatría en el Hospital Central de la Cruz Roja, Madrid, España, y médico cirujano y partero por la Universidad de Monterrey. Ha realizado publicaciones científicas destacadas en la Revista española de geriatría y gerontología.