Cómo Crepúsculo revolucionó la literatura
Por Brenda Muñoz, colaboradora UDEM en Vicerrectoría de Comunicación y Mercadotecnia
Sí, sí, suena curioso hasta cierto punto pero créeme, no nos equivocamos con el título. En verdad Crepúsculo, la saga de novelas que todos conocemos y amamos, escrita por Stephanie Meyer sobre vampiros que brillan, hombres lobo sin camisa y romance juvenil creó un antes y un después en la literatura. ¿Cómo es que consiguió esto? Pues bueno… comencemos por el principio.
Pareciera que fue ayer, pero fue hace diecinueve años, (qué fuerte, ¿no?) cuando era octubre del 2005 y el primer volumen de esta saga de romance paranormal veía la luz del sol. De inmediato tuvo un impacto mediático significativo; gracias a la globalización y a las tecnologías de comunicación que nos permiten enterarnos de todo en un segundo, este libro logró promocionarse tan bien que llegó a ser muy conocido en poco tiempo por los adolescentes de la época.
Si bien ya existían novelas sobre vampiros (joyas, de hecho) como Drácula, Carmilla y Entrevista con el vampiro, Crepúsculo tenía una particularidad importante: estaba dirigida a un público juvenil. Y para dimensionar un poco el impacto sobre el tema, es importante señalar que por aquellas épocas no existía un género literario que le hablara única y exclusivamente a los adolescentes.
Existían novelas como las de la saga de Harry Potter que en un principio estaban dirigidas a un público infantil, y obras de fantasía un poco más densas como El señor de los anillos, más orientadas hacia los lectores adultos. Pero nada enfocado hacia los adolescentes. Así que imagínate el furor en este sector de la población al descubrir un libro dirigido a ellos, con protagonistas de su edad y que, además dotaba al mundo real de fantasía y hechos paranormales.
Podríamos decir que Crepúsculo es una historia de amor adolescente enriquecida por elementos fantásticos. Y además de incluir el tema del vampirismo para desarrollar la historia, de igual forma trata temas de mucha carga emocional, y que nunca dejan de estar vigentes, como el amor, el odio, la muerte y la inmortalidad. La historia enganchó de tal forma al público que formó, por así decirlo, a una nueva generación de lectores, y también a una nueva generación de autores.
Una vez que las editoriales y los autores se dieron cuenta del gran mercado que se abría ante ellos con este nuevo público, la novela de Stephenie Meyer fue solo el inicio de la creación de distintos géneros literarios dirigidos hacia los adolescentes. Algunos de ellos fueron el romance paranormal (Vampire Diaries por ejemplo), fantasía juvenil, fantasía distópica (ajá, Los juegos del hambre, Divergente y todas las que se te ocurran), fantasía urbana (Cazadores de Sombras) y hasta el retelling de historias de fantasía que bien seguían siendo en esencia la misma historia pero le agregaban el componente de protagonista adolescente y romance (Cinder).
La industria del cine también se vio afectada con esta popularidad tan grande. ¿Por qué? Porque empezaron a surgir, como pan caliente, las adaptaciones a películas de todas estas sagas literarias que estaban ganando muchísima popularidad, sumando miembros a sus fandoms y arrasando en ventas. Seguro recuerdas que el estreno de cada película de la saga de Crepúsculo era EL acontecimiento. Así como también las películas que después se estrenaron de Divergente o hasta de los libros de John Green, también dirigidos al público juvenil.
Poco a poco, con el lanzamiento de todos estos nuevos géneros, esta comunidad lectora fue creciendo hasta el punto que empezó a hacerse espacio en plataformas como Facebook, Instagram o YouTube. Por allá del 2011 se empezaron a crear canales de BookTube en los que los mismos jóvenes reseñaban sus libros de fantasía favoritos y los recomendaban a sus seguidores. Sin ir más lejos, hoy en día sigue sucediendo lo mismo, solo que en la plataforma favorita del momento, que es TikTok.
Culturalmente hablando, Crepúsculo cambió para siempre el panorama de la literatura juvenil e inspiró muchas de las obras y géneros que conocemos hoy en día. ¿Conoces más ejemplos como estos? ¡Cuéntanos en @360udem!