Cómo mantenerse optimista en estas extrañas semanas
Sugerirte una actitud optimista durante estos atípicos días puede ser hasta un insulto. Pero, al final de cuentas, el optimismo no se trata de ignorar los sentimientos negativos. Se trata de tener esperanzas sobre el futuro, incluso cuando el presente parece totalmente negativo. Es un reto, porque hay que balancear entre pensamientos positivos y negativos y, a partir de ello, encontrar el camino que signifique tranquilidad mental y la acción.
“Especialmente durante una crisis tenemos que estar aún más atentos a nuestro estado emocional. Cuando hacemos eso, podemos movernos más rápidamente más allá de nuestro estrés, incomodidad o dolor”, dice Stephanie Marson, psicoterapeuta y autora de Type R: Transformative Resilience for Thriving in a Turbulent World.
Para logran enfocarnos en el prominente futuro y en las esperanzas alrededor de él, practica estos días los siguientes pasos:
Sé más compasivo/a contigo mismo/a
Cuando nos encontramos en un ciclo de pensamientos negativos que no van a ninguna parte, es importante dar un paso atrás para interrumpir el ciclo de ansiedad y reconocer que, en condiciones extremas, todos estamos haciendo lo mejor que podemos y necesitamos comprensión adicional y cuidados emocionales.
Encuentra placer en la rutina
Disfruta la ducha. El café de la mañana. Las clases en línea. Cocinar. Leer. El ejercicio en tu sala. La reunión de Zoom con tus amigas y amigos. El taller de caligrafía. Pasear al Milaneso. Es lo que tenemos ahora y qué mejor que apreciarlo para mejorar nuestro ambiente.
Busca sentido
Cuando abordamos este desafío con confianza o esperanza, es probable que lo hagamos mejor y podamos transformar experiencias difíciles en lecciones importantes.
Ayuda a tu barrio
Trata de encontrar pequeñas formas de ayudar a tu colonia, ya sea yendo al mercado para un vecino de la tercera edad o cuidando a un amigo o familiar vulnerable. Podría hacer que todo esto sea un poco más digerible.
No ignores tus pensamientos negativos
Los sentimientos negativos tienen un propósito y no debes ignorarlos. Nuestras emociones negativas nos dicen que algo anda mal, lo que nos hace más propensos a prestar la atención necesaria al problema para resolverlo.
Por otro lado, el optimismo se trata de darte permiso para tener esperanza, incluso si te sientes extremadamente ansioso, infeliz o temeroso. No se trata de ignorar tus sentimientos negativos sobre la crisis, sino de encontrar una manera de evitar que te abrumen.
Recuerda que, durante este #QuédateEnCasa, el objetivo final es aprender formas de tolerar la incertidumbre.