De la televisión a la playa

La inspiración llegó cuando veía la televisión. Para salvar a las tortugas de la extinción, el científico Kim Williams-Guillen, tomó ideas de Breaking Bad y The Wire, dos de las series que han definido la cultura pop del siglo. Así nacieron los InvestEGGator, huevos falsos impresos en 3D que engañan a los depredadores y ayudan a investigar a los cazadores de tortugas.

La vida es muy dura para estas adorables criaturas marinas ya que se estima, de acuerdo a Inverse, que solo una de cada mil tortugas logra salir del huevo y sobrevivir hasta ser adulta. Por eso, este científico creó los InvestEGGator y publicó una investigación sobre su uso en Current Biology.

En esta, establece que podrían disminuir el riesgo de depredadores a la vez que se detenga el crimen organizado que lucra con las tortugas y las pone en peligro de extinción.

Y lo mejor es que no molestan para nada a las tortugas marinas.

Funciona de la siguiente forma: tiene un GPS integrado en el interior y por fuera parece un huevo normal. Esto se basó en dos momentos de la televisión, cómo lo explicó Kim Williams-Guillen en una declaración adjunta a la investigación. El primero de Breaking Bad cuando la DEA pone un GPS dentro de un tanque para ver quién recibe los químicos. Y el segundo, de un episodio de The Wire cuando dos policías plantan una grabadora de audio en una pelota de tenis para grabar a un narcotraficante. Cómo los huevos parecen básicamente una pelota de ping pong y quería saber a dónde iban cuando desparecían, esta unión de ideas fue el “eureka” para su creación.

El proyecto nació como parte del United States Agency for International Development (USAID) Wildlife Tech Challenge y ya se realizaron pruebas de su uso en Costa Rica, uno de los lugares en los que más se ha devastado la población de las tortugas. Se plantaron 101 huevos falsos.

En la investigación descubrieron lo siguiente: uno acabo en una propiedad residencial donde le desactivaron el GPS. Otro apareció en un bar cercano de donde los plantaron. Y otro viajó hasta un supermercado y después a otra propiedad residencial. Fuera de estos tres, el resto los encontraron a pocas millas del nido.

Esto los ayudo a concluir que, aunque son efectivos en desalentar a los ladrones ocasionales locales y a los depredadores, su uso debe ser parte de un plan más extenso que considere lo siguiente: educación local sobre su preservación local, mejores oportunidades económicas y sanciones que pongan un alto al comercio de este animal en peligro de extinción.