Es momento de “holandarizarnos” y subirnos a una bici

Una buena: los holandeses usan demasiado sus bicicletas. Con todos los viajes que se realizan en Holanda cada año, se podrían plantar 54 millones de árboles. ¿Cómo sacaron este dato? Un estudio del programa de Medio Ambiente de la ONU estableció que andar siete kilómetros en bicicleta “ahorra” un kilogramo de dióxido de carbono (CO2), si lo comparamos con utilizar el automóvil en la misma distancia.

Los holandeses son los reyes de moverse en bicicleta. En su pequeño país, del tamaño del caribeño estado de Quintana Roo, hay más bicicletas que personas, y uno de cada cuatro viajes en todo el país (de todo tipo) se hace sobre dos ruedas, según el Foro Económico Mundial. Ahora bien, es un país con una superficie plana en su mayoría, lo que motiva a los ciclistas a pedalear más y más.

Por su lado, el gobierno ha invertido millones de euros en infraestructura y en ciclo vías, al mismo tiempo que promueve los beneficios a la salud de subirse a una bicicleta –según sus fuentes, pedalear todos los días aumenta hasta en seis meses las expectativas de vida de los holandeses–. Tienen grandes planes en el corto plazo: en la ciudad universitaria de Utrecht ya construyen los dos estacionamientos de bicicletas más grandes del mundo, los cuales resguardarán 33 mil bicicletas el próximo año.

En la misma línea, cada día más empresas en Amsterdam, Rotterdam o Eindhoven se suman a este movimiento: otorgan bonos y reducen impuestos a los trabajadores que llegan a su oficina en bicicleta.

A nivel mundial, el transporte motorizado es el principal causante de los gases de efecto invernadero y de un cuarto de todas las emisiones de CO2 en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Además, la contaminación generada por el tráfico es la causa responsable de la muerte prematura de casi 4 millones de personas al año. Tal vez es momento de hacer algo contra la crisis climática y, ¿por qué no? usar dos ruedas en lugar de cuatro. Cada viaje cuenta.