¿Es tu voz interior?

Primero, cuestiónate: cuando piensas, ¿es cómo si escucharas una narración, una voz interior, o visualizas formas abstractas, colores, etc.?

Si creías que todos tenemos una voz interior, es momento de dudar. Todo empezó porque @KylePlantEmoji puso en Twitter el dato curioso de que había ambos tipos de pensamientos, es decir, narrativo y visual, y que la mayoría de las personas no está consciente de que existe lo opuesto.

El tema se hizo viral y el periódico El País habló con José Manuel Igoa, profesor de Psicología del Lenguaje en la Universidad Autónoma de Madrid, quien explicó cómo funcionan ambos.

Visual/abstracto

La experiencia mental al pensar es visualizar los asuntos pendientes o las actividades a realizar. Por ejemplo: te ves llegando a tu casa, el libro que vas a estudiar y el jardín a donde vas a sacar al perro. Lo mismo pasa cuando este tipo de persona se pone a leer o escribir: visualiza la forma y la estructura de las frases.

Narrativo

Es como un podcast que nunca se acaba, en el que escuchas, como en la película Más extraño que la ficción, una narración de cada idea, sentimiento, acción y decisión en tu cabeza. Por ejemplo: es como si platicaras contigo mismo sobre lo que harás: “Voy a estudiar tres horas en cuánto llegue a mi casa pero, primero, voy a sacar a mi perro”.

Puede ser complicado entender cómo es el pensamiento de otra persona, ya que es raro tener una conversación sobre el proceso de nuestro pensamiento. Además, es complicado describirlo de manera precisa.

Según el psicólogo Charles Fernyhough, este diálogo interno que experimentan muchas personas, tiene dos formas. La primera es el pensamiento verbal ordinario, el que narra lo que sucede. El otro es como una conversación, como cuando debates entre los pros y contras de una decisión llamado pensamiento dialógico.

Aunque establece que no todos cuentan con este tipo de pensamiento, todos podemos hablar con nosotros mismos. Este hábito empieza cuando somos niños y externamos todos nuestros pensamientos en voz alta. Luego aprendemos a hacerlos en privado y de manera interna, algo que podemos seguir haciendo como adultos. Se trata de tener diálogos positivos con nosotros mismos y se ha mencionado que los atletas exitosos tienden a hacerlo más, así que ¿por qué no intentarlo?