Explorar el ocio: tendencias de la GENERACIÓN Z
Por: Erick Lazo García. Estudia el 5.0 semestre de la Licenciatura en Psicología Clínica. UDEM.
¿Alguna vez has escuchado la palabra ocio? Se refiere al tiempo que dedicamos a actividades re-
creativas, desligadas del trabajo, la escuela o las tareas domésticas. Estas actividades nos permiten desconectar y disfrutar de momentos de esparcimiento y relajación.
Un estudio titulado How Leisure Activities Affect Health: A Narrative Review and Multi-level Theoretical Framework of Mechanisms of Action, realizado en 2021, presenta un amplio y creciente conjunto de evidencias sobre los beneficios para la salud de participar en actividades de ocio.
Hasta ahora, no se había desarrollado un marco teórico completo que explique cómo las actividades de ocio afectan la salud, es decir, los mecanismos específicos mediante los cuales el ocio contribuye a prevenir, manejar o tratar enfermedades físicas y mentales.
En este estudio, se identificaron más de 600 mecanismos de acción, clasificados en procesos psicológicos, biológicos, conductuales y sociales, que operan a niveles individual, grupal y societal.
Actualmente nuestra sociedad está experimentando una evolución tecnológica y digital exponencial, la cual está transformando nuestra forma de vida y afecta todo nuestro entorno. Este cambio se refleja en diversos aspectos, desde cómo buscamos información hasta la manera en que disfrutamos de nuestro tiempo libre.
Más tiempo, diferentes maneras de usarlo
Gracias a la digitalización de muchos procesos, hoy en día disponemos de más tiempo libre que antes. Esta transformación tecnológica ha optimizado muchas tareas cotidianas, permitiéndonos dedicar más tiempo a actividades recreativas. Surge la pregunta: ¿cómo eligen los jóvenes aprovechar este tiempo
libre adicional? ¿Qué actividades prefieren y qué es lo que realmente les importa en estos momentos de ocio? La tecnología, convertida en una necesidad para la mayoría, impacta significativamente en la forma en que los jóvenes emplean su tiempo libre, influenciando sus preferencias y comportamientos en el ámbito del ocio.
Realicé una encuesta en la Universidad de Monterrey (UDEM) para investigar cómo los jóvenes universitarios aprovechan su tiempo libre. Los resultados muestran que la mayoría de ellos pasan su tiempo en actividades relacionadas con las redes sociales. La segunda actividad más popular fue ver contenido en plataformas de streaming como Netflix, Amazon Prime y similares.
En generaciones anteriores, las actividades de ocio se centraban principalmente en la socialización en persona. Aunque hoy en día todavía hay quienes prefieren estas interacciones cara a cara, estamos transitando hacia una era digital en la que las conexiones sociales se realizan predominantemente a través de pantallas, sin necesidad de interactuar físicamente.
¿Qué hacemos?
Es común que pasemos largos periodos viendo videos en TikTok o “scrolleando” por el feed de Instagram. Esta actividad subraya la creciente importancia de la imagen que proyectamos virtualmente y de las experiencias que elegimos compartir en nuestras redes sociales, moldeando así la percepción que otros tienen de nosotros a través de pantallas digitales. Este fenómeno no afecta solamente la manera en la que nos relacionamos en línea, sino también cómo construimos y mantenemos nuestras relaciones sociales en el mundo digitalizado actual.
Además, muchos jóvenes, incluyéndome, preferimos pasar nuestro tiempo libre viendo series o películas frente al televisor. Esto no solo nos entretiene, sino que también nos permite escapar de la realidad y explorar diferentes historias y mundos.
Cambio de hábitos
Esto puede sonar preocupante para las generaciones más antiguas, pero la pandemia nos mostró que el estudio tradicional en un aula física no es indispensable para aprender. Zoom nos enseñó que es posible estudiar desde la comodidad del hogar y aun así cumplir con nuestras metas académicas. ¿Qué tiene esto que ver con el ocio de los jóvenes? Aunque las redes sociales predominan en nuestro tiempo libre, estas oportunidades también nos permiten hacer otras actividades importantes para nosotros, como conocer nuevos lugares y viajar. Como jóvenes, valoramos en gran medida la posibilidad de explorar y descubrir, aprovechando al máximo nuestro tiempo libre.
A principios de este año, trabajé medio tiempo en un antro en San Pedro, en el área de Relaciones Públicas enfocada en atraer clientes y desarrollar estrategias de promoción. Un problema significativo que enfrentaba este lugar era la disminución de clientes de las nuevas generaciones. Desde la pandemia,
a los jóvenes ya no les interesa tanto salir de antro como a las generaciones anteriores.
Aunque esto podría parecer un problema exclusivo de este antro, no era el único en la zona que se enfrentaba a esta situación. Esto sugiere que los jóvenes están encontrando nuevas formas de disfrutar su tiempo libre, dejando atrás la tradicional salida por la noche que antes era tan común. No estoy diciendo que los jóvenes ya no vayamos de fiesta; todavía hay muchos que frecuentan los antros y bares. Sin embargo, la tendencia mayoritaria ahora es optar por salidas más caseras; preferimos acudir a lugares donde podamos sentirnos más cómodos y relajados.
El ocio en la era digital muestra cómo nuestras actividades recreativas han evolucionado con los avances tecnológicos y los cambios culturales. Desde el impacto de las redes sociales hasta el con-
sumo de contenido en plataformas de streaming, nuestras preferencias en el tiempo libre reflejan una adaptación innovadora a las herramientas digitales. Aunque estas transformaciones generan inquietud a generaciones anteriores, es crucial reconocer cómo los jóvenes gestionamos el ocio de modo dinámico, buscando un equilibrio entre lo digital y las experiencias offline que enriquecen nuestra vida diaria.