Finanzas 101: siempre hay que empezar temprano

Por: Alberto de la Peña García. Estudia el 9.° semestre de la Licenciatura en Finanzas Internacionales. UDEM.

Presupuesto personal

Un presupuesto personal es una herramienta que te permite planificar y controlar tus finanzas. Te ayuda a conocer cuánto ingresas, cuánto gastas y en qué estás destinando tu dinero, también a evaluar si estás cumpliendo tus metas de ahorro.

¿CÓMO HACER UN PRESUPUESTO?

1. Registra tus ingresos. Tus ingresos son todos los recursos económicos que recibes cada mes. Pueden provenir de un salario fijo, comisiones, honorarios, trabajos por proyecto o cualquier otra fuente de ingreso regular.

2. Registra tus gastos. Los gastos se dividen principalmente en dos categorías: fijos y variables. 

Gastos fijos. Son aquellos que se mantienen constantes mes a mes. Incluyen:

  • Renta o hipoteca Servicios (agua, luz, internet, etcétera).
  • Transporte
  • Compras básicas del supermercado

Gastos variables. Son más cambiantes, ya que dependen de tus hábitos de consumo. Algunos ejemplos comunes son:

  • Salidas sociales, cafés y comidas fuera de casa
  • Ropa y accesorios
  • Regalos
  • Viajes o entretenimiento

3. Resta tus gastos de tus ingresos. Este cálculo te permitirá saber si estás gastando más o menos de lo que ganas. La meta es gastar menos de lo que ganas para poder ahorrar. Si el resultado es negativo o apenas llegas a cero, es momento de evaluar tu estructura de gastos.

4. Haz ajustes si es necesario. Si descubres que estás gastando demasiado, enfócate primero en los gastos variables. Son los más fáciles de reducir sin afectar tus necesidades básicas. Identifica qué puedes recortar o modificar para lograr un mejor equilibrio financiero.

Considera “pagarte a ti primero”. Separa tu porcentaje de ahorro al inicio del mes, antes de empezar a gastar. Así aseguras que tus metas financieras no queden al final de la lista.

Ahorro vs inversión

Entender la diferencia entre ahorrar e invertir es clave para construir una vida financiera saludable. Ambos son importantes, pero cumplen funciones distintas: Ahorrar te permite cubrir emergencias y alcanzar metas de corto plazo. Invertir implica asumir riesgos para hacer crecer tu dinero a largo plazo. Estas diferencias se reflejan en sus principales características:

CaracterísticasAhorroInversión
ObjetivoSeguridad y disponibilidad inmediataHacer crecer tu patrimonio a largo plazo
LiquidezAlta (puedes usarlo cuando lo necesites)Media o baja (dependiendo del instrumento)
RiesgoBajo o nuloModerado o alto (según el tipo de activo)
RetornoBajoMayor, pero no garantizado

Se recomienda ahorrar entre tres y seis meses de tus gastos fijos. Para esto, puedes usar cuentas de ahorro con alta liquidez o instrumentos como CETES, que son títulos de deuda emitidos por el gobierno mexicano. Son de bajo riesgo, tienen plazos desde 28 días y están disponibles para prácticamente cualquier persona. El interés compuesto es uno de los principios más poderosos de las finanzas. Consiste en ganar intereses no solo sobre tu inversión inicial, sino también sobre los intereses que ya generaste.

Este efecto se multiplica con el tiempo, por lo que empezar a invertir desde joven puede marcar una gran diferencia. Si además realizas aportaciones constantes y consistentes, el crecimiento será aún mayor gracias a la combinación entre disciplina y tiempo.

Ejemplo: si inviertes $10,000 al 8% anual:

  • Interés simple: ganarías $800 cada año, y después de 10 años tendrías $18,000.
  • Interés compuesto: reinvirtiendo los intereses, al cabo de 10 años tendrías $21,589.
  • Interés compuesto + ahorro: Si además aportas $1,000 mensuales durante esos 10 años tendrías $204,535.

INFLACIÓN

La inflación hace que el dinero pierda valor con el tiempo. Si tus ahorros no crecen al mismo ritmo que los precios, tu poder adquisitivo disminuye. Por eso es importante no dejar tu dinero “bajo el colchón”, sino buscar que al menos mantenga su valor mediante inversiones seguras.

LA IMPORTANCIA DE DIVERSIFICAR Y LOS RIESGOS DE INVERTIR

Invertir conlleva riesgos, pero muchos se pueden administrar. Algunos de los más importantes son: 

  • Riesgo de mercado: cambio en el precio de nuestros activos.
  • Riesgo de liquidez: dificultad para convertir la inversión en efectivo rápidamente. 
  • Riesgo de crédito: si inviertes en bonos u otros instrumentos de deuda y el emisor no paga, puedes perder tu dinero. 

Aunque no todos los riesgos se pueden evitar, una forma clave de protegerte es la diversificación: repartir tu dinero en distintos tipos de activos. Algunos de los activos más comunes son:

  • Acciones: representan una participación en una empresa. Suelen tener un alto potencial de crecimiento, pero también mayor volatilidad.
  • Bonos e instrumentos de deuda: son préstamos que haces a gobiernos o empresas a cambio de un interés. Por lo general son menos riesgosos que las acciones, pero también suelen tener menores rendimientos.
  • Fondos de inversión: vehículos que agrupan dinero de varios inversionistas para invertir en una combinación de activos. Ofrecen diversificación automática y son administrados por profesionales.
  • Bienes raíces: inversiones en propiedades físicas. Ofrecen rendimientos por plusvalía y rentas.

Considera tus metas y el tiempo que tienes para alcanzarlas. Si es una meta a corto plazo, es mejor elegir opciones más estables para evitar pérdidas.

Créditos

TARJETAS DE CRÉDITO

Una tarjeta de crédito es un producto financiero que te permite hacer compras hoy y pagarlas después. El banco te presta una cantidad limitada de dinero (línea de crédito), y si se utiliza de forma responsable, puede ayudarte a construir historial crediticio y acceder a beneficios como recompensas, promociones y protección en tus compras.

¿CÓMO FUNCIONAN?

Todas las tarjetas de crédito tienen dos fechas clave que debes conocer:

Fecha de corte: es el día en que termina tu periodo de compras del mes. Todo lo que gastes entre una fecha de corte y la siguiente se agrupará en un solo estado de cuenta.

Fecha límite de pago: es el último día para pagar el total del estado de cuenta sin generar intereses. Suele ser aproximadamente 20 días después de la fecha de corte.

Tu estado de cuenta te mostrará diferentes opciones de pago:

Pago mínimo: es el monto mínimo requerido para evitar caer en mora (afectará negativamente tu historial). No es recomendable, ya que gran parte se va a intereses y tu deuda disminuye muy poco. Usarlo constantemente puede generar un efecto de interés compuesto en tu contra. 

Pago para no generar intereses: es el total de tus compras del periodo. Pagar este monto completo y a tiempo evita que se generen intereses y es la mejor práctica.

REGLAS DE ORO PARA USAR UNA TARJETA DE CRÉDITO

  • Paga siempre el total antes de la fecha límite. 
  • Conoce tu fecha de corte y de pago para planificar mejor tus compras. 
  • Gasta solo lo que puedes pagar con tu ingreso real. 
  • Evita el pago mínimo, ya que incrementará tu deuda considerablemente.
  • No uses la tarjeta para retirar efectivo. Las comisiones e intereses son altos y se generan desde el primer día.

TASAS DE INTERÉS Y CAT

La tasa de interés es el costo de pedir dinero prestado, expresado generalmente de forma anual. A mayor tasa, más caro es el crédito.

Sin embargo, el CAT (Costo Anual Total) es un indicador más completo que incluye no solo la tasa de interés, sino también comisiones y otros cargos. Por eso, al comparar tarjetas de crédito, préstamos y otros productos financieros, es más útil fijarse en el CAT que únicamente en la tasa de interés.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?

Determina si los bancos te aprueban futuros préstamos.

Afecta las tasas de interés que te pueden ofrecer.

Si en un futuro buscas un crédito hipotecario o automotriz, un buen historial te ayudará a obtener mejores condiciones.

Seguridad financiera

SEGUROS

Los seguros son herramientas financieras diseñadas para protegerte frente a imprevistos que podrían afectar gravemente tu estabilidad económica. Funcionan trasladando el riesgo a una aseguradora, a cambio del pago periódico de una prima. Aunque no todos son obligatorios, pueden marcar la diferencia entre una situación difícil y una crisis financiera.

Principales tipos de seguros:

Seguro de Gastos Médicos Mayores (SGMM)

Cubre gastos derivados de enfermedades graves, accidentes o cirugías, evitando así que enfrentes costos médicos muy elevados. Algunos planes incluyen hospitalización privada, tratamientos especializados y medicamentos.

Seguro de vida

Proporciona una suma asegurada a tus beneficiarios en caso de fallecimiento, ayudando a cubrir gastos, deudas o mantener el nivel de vida de quienes dependen de ti. Existen opciones que combinan seguro con ahorro e inversión, aunque suelen requerir un análisis más detallado antes de contratarse.

Seguro de auto

En México, es un requisito legal para circular en auto. Protege contra daños a terceros, accidentes, robos y, en algunos casos, daños a tu propio vehículo.

Seguro de hogar o de arrendamiento

Protege tu vivienda (ya sea propia o rentada) y tus pertenencias contra incendios, robos, terremotos u otros siniestros. Es especialmente útil si rentas una propiedad con muebles o electrodomésticos incluidos.

AHORRO PARA EL RETIRO

Aunque el retiro parezca algo muy lejano, es una de las metas financieras más importantes. Comenzar a ahorrar desde joven permite que el interés compuesto trabaje a tu favor durante más años, facilitando alcanzar un retiro cómodo y seguro.

Opciones disponibles en México:

AFORE (Administradora de Fondos para el Retiro)

Si tienes empleo formal, tú y tu empleador ya están aportando a tu cuenta individual. Estas aportaciones se invierten y generan rendimientos con el tiempo. Además, puedes hacer aportaciones voluntarias para fortalecer tu fondo de retiro.

PPR (Plan Personal de Retiro)

Es un plan de ahorro voluntario a largo plazo, con beneficios fiscales: puedes deducir las aportaciones de tu declaración anual si cumples con los requisitos del SAT. Los PPR son ideales para freelancers, trabajadores independientes o personas que desean complementar su AFORE.

Para lograr un retiro cómodo, es clave empezar a ahorrar lo antes posible, aprovechando el tiempo a tu favor. Automatiza tus aportaciones para generar hábito, revisa periódicamente el desempeño de tu fondo y ajusta tu estrategia de inversión de acuerdo con tu edad y tolerancia al riesgo.

Dar el salto de la vida estudiantil a la vida profesional implica nuevos retos, especialmente en el manejo del dinero. Contar con herramientas como un presupuesto, hábitos de ahorro, conocimientos básicos de inversión y una buena gestión del crédito te permitirá construir una base financiera sólida desde el inicio.

Recuerda que no se trata de tener mucho dinero, sino de aprender a administrarlo bien.