La sustentabilidad debería estar en la nube

Tenemos todas las alternativas posibles para reducir nuestro impacto físico ambiental, pero ¿qué pasa con lo digital? ¿Has considerado por un momento el impacto de tu uso en el internet?

Se estima que, si el internet fuera un país, sería el sexto más contaminante del mundo, de acuerdo a una investigación de Cleanfox en febrero de 2021 sobre la contaminación producida por los correos electrónicos.

Sí, esos correos de spam son responsables de producir dióxido de carbono por la energía que necesitan los centros de datos. Los bitcoins también son parte del problema y, según la Universidad de Cambridge, Bitcoin usa más electricidad para operar que todo el país de Argentina. ¿Cómo se puede solucionar esto?

Formafantasma, un estudio digital de diseño se percató del tema por lo que decidieron optar por la función sobre la forma en su nuevo sitio web, es decir, hacer un sitio con energía eficiente.

Usando imágenes pequeñas, tipografías básicas y un logo creado con símbolos de Unicode, el sitio necesita un consumo mínimo de energía para cargarse y por ende, produce menos emisiones de carbono.

Con un aviso en el sitio del porqué de este tipo de diseño, pusieron el ejemplo para una tendencia que está creciendo ante compañías y usuarios conscientes del desperdicio digital.

Siguiendo esta propuesta, Volkswagen rediseñó su página web para Canadá ofreciendo una experiencia sustentable, con el nombre de Carbon-Neutral Net. Quitaron todo el color y reemplazaron las fotografías por mosaicos creados por texto en caracteres de baja energía.

Website Carbon reportó que esta página web produce solo 0.022 gramos de CO2 por cada visita a la página en vez de 1.76 gramos promedio de casi cualquier página web.

Otras alternativas para combatir el tema pueden seguir la aportación de Ecosia, una alternativa sustentable de Google que contrarresta sus emisiones de carbono al plantar un árbol por cada 45 búsquedas que se hagan en el sitio.

Si consideramos que nuestra vida cada vez es más digital con home office, escuelas en línea y aún tras la pandemia, cada vez hay más usuarios de redes sociales y trabajos remotos, debemos pensar en la huella digital que dejamos.

Se espera que para el 2040, los centros de datos como los que usan Google, Amazon y servicios de la nube como Dropbox o Google Drive, crecerán hasta emitir el 14% de emisiones de carbono.

Aunque nos gusta pensar que lo digital no tiene un precio ambiental y que basta con no imprimir nuestras tareas, si queremos abordar el tema sustentable completamente, debemos poner atención a cómo reducir nuestro impacto digital.