Los docu-tainments son los nuevos chicos más populares de la escuela

Ingresa a tu cuenta de Netflix, Amazon Prime o cualquier plataforma de streaming que tengas. Ve a la sección de “Recomendaciones” y verás varios documentales y docu-series (muchas veces, producciones originales de la plataforma) como opciones “para ti”. No es coincidencia. La era dorada de los documentales sigue aquí (y no tiene planes de irse a otro lado).

Netflix acaba de pagar millonadas por Miss Americana, un documental sobre la vida y las giras de Taylor Swift, para competir con la noticia de los millones que Hulu desembolsó por una mini serie documental (cuatro episodios) sobre Hillary Clinton. Además, también buscaban darle una bofetada a la noticia de la exclusividad de Apple TV+ al esperado documental de los Beastie Boys.

Y esto no para: Amazon le ofreció 25 millones de dólares a Rihanna para tener en exclusiva su documental, cheque similar al que Apple TV+ le dio a Billie Eilish por los derechos de transmisión de su próximo documental. Sí: es la era dorada… y la guerra sin tregua.

¿Cómo se ha desenvuelto?

La película Nanook of the North (Robert Falherty, 1922), que muestra la vida de un esquimal, es considerada –por muchos expertos– como el primer documental. A pesar de ser considerado como un género cinematográfico con mucho potencial, en los siguientes 90 años no fue tan popular como las ficciones. Sin embargo, “ganaron la reputación de que eran las espinacas del cine: eran buen alimento para ti”, según un artículo de CBS News.

Ver documentales servía para mantenerte informado sobre un suceso o un fenómeno, pero no necesariamente era considerado entretenimiento. “Estamos en la era dorada de la realización de contenido documental”, dijo Dan Cogan, ganador del Oscar por el documental Ícaro (2017). “Nunca en la historia del cine ha habido tanto interés por la no-ficción como hoy en día”.

Todos quieren su pedazo de pastel. Con la llegada de las plataformas de streaming, varias compañías (el New York Times, por ejemplo) han anunciado sus planes de crear contenido documental. Si a esto le sumamos que, en los últimos años, las sociedades informadas valoran a la verdad y la transparencia como pilares fundamentales de la democracia, la no-ficción gana cada día más reputación al ser tanto informativa como entretenida.

Las plataformas, por su parte, apuntan también al futuro (o sea, a los centennials… y los que vienen). En enero pasado, YouTube anunció que se lanzará a la batalla de los documentales, y lo hará con un rifle cargado: una docu-serie de Justin Bieber llamada Seasons (ya disponible).

Noticias, datos duros y entretenimiento están, al fin, en su mejor punto de cocción. Y esta combinación glorifica a los documentales (y las docu-series) como un medio educativo y de compromiso. O lo que es lo mismo: con consumidores que responden de manera positiva a marcas que promueven un mensaje de ética y valores modernos, los documentales son el mejor productor para consolidar este maridaje.

Bienvenido sea el “docu-tainment”.

Con información de https://www.jwtintelligence.com/ y de https://www.cbsnews.com/