¿Por qué tenemos K9 en la UDEM?

En la detección de armas de fuego y explosivos, pasando por la identificación de drogas, así como la búsqueda y rescate de personas, hay seres más increíbles que los humanos para mantener la protección y seguridad de la comunidad: los perros entrenados.

En la UDEM, este grupo de animales que salvaguardan la institución lleva el nombre de “K9”, que proviene de la pronunciación en inglés “canine”, que se refiere a “canino” en español. De seguro te preguntarás, ¿qué es lo que hace a cada uno de estos perros único y diferente a los que nos acompañan día a día? Pues bien, estos animales están entrenados con un plan intensivo y especializado.

Foto: Crédito Cortesía.

Para este punto, es necesario resaltar que, en su selección, no todos los perros son aptos para trabajar. Por ello, se apuesta por razas conocidas por su inteligencia y competencia. En la UDEM, los perros que conforman la unidad K9 son de tres razas principales: el pastor belga malinois, el labrador retriever y el pastor holandés.

Si te has llegado a imaginar cómo es que se preparan para su labor, ahora sabrás que, una vez seleccionados, el entrenamiento que siguen radica en aprovechar las habilidades naturales del perro y prestar atención al desarrollo de un agudo sentido del olfato, agilidad y capacidad de obediencia.

Estos canes inician su periodo de entrenamiento desde sus ocho hasta las doce semanas de edad. Así, aprenden a socializar y obedecer con principios básicos, lo que ayuda a tener perros estables y obedientes que más tarde convivirán con nuestros estudiantes. Avanzando en su entrenamiento, ellos trabajan la obediencia entre los tres y seis meses de edad al seguir comandos avanzados y reforzar su vínculo con sus manejadores.

Por consiguiente, es a partir de los seis meses y hasta cumplir su primer año que el perro ya habrá trabajado su especialidad, la cual nace a partir de la necesidad de la misma unidad.

Entonces, ¿cómo es que se trabaja su entrenamiento? Si bien este es un proceso que nunca termina, nuestros perros realizan un reforzamiento diario donde se entrena y refuerza el vínculo con su manejador. Para aumentar su capacidad, trabajamos bajo un esquema de refuerzo positivo, lo que quiere decir que cada perro es entrenado para buscar una recompensa (su juguete favorito) al finalizar su trabajo. Por ello, podemos decir que contamos con una unidad comprometida y motivada en sus rondas.

Las especializaciones con las que contamos son cinco, y si te interesa saber más de ellas, te contamos más al respecto. Contamos con perros detectores de narcóticos que son entrenados para identificar olores específicos de drogas ilegales. Además, hay perros detectores de explosivos y dispositivos peligrosos como armas de fuego.

Se suman los perros de búsqueda y rescate que están capacitados para localizar personas desaparecidas en áreas urbanas, e incluso en terrenos montañosos. Igualmente, habrás visto alguno de nuestros perros de patrullaje, guardia y protección, pues ayudan a vigilar áreas, detener sospechosos y proteger a los oficiales.

Foto: Crédito Cortesía.

El programa K9 inició como una herramienta multifacética que sirve para mejorar la seguridad, e incluso, el bienestar de la comunidad UDEM. Nuestro camino comenzó en 2010 con Reno, el perro fundador de la unidad. Con el tiempo y gracias al apoyo intensivo de entrenadores como Gerardo Sáenz y Narciso Rodríguez, hemos podido especializar y certificar a nuestra unidad K9.

Estamos seguros de que seguirán múltiples años de trabajo y esfuerzo, y que, en cada uno de ellos, habrá una gran unidad de canes dejando huella en nuestra universidad.