Propósitos guiados por el bienestar

Por: Karol Ramos, estudiante de la Licenciatura en Psicología

Se acerca el inicio de un nuevo año y, con este, los propósitos que nos comprometemos a lograr. Solemos fijarnos propósitos demasiado exigentes. Por ejemplo, si no sueles leer pero te gustaría comenzar a hacerlo, quizá tu propósito sea leer cierto número de libros. Esto puede sentirse abrumador. En cambio, si tu propósito es leer 10 minutos al día, ahora es mucho más alcanzable e incluso podrías terminar leyendo la cantidad de libros que deseas o más. Un nuevo año es un nuevo comienzo que viene con nuevos retos y oportunidades, sin embargo, la mayoría de las veces el estilo de vida y la rutina que llevamos es la misma que la del año anterior. Por eso, es importante considerar este aspecto al definir nuestros propósitos. 

Por ejemplo, si quieres salir a caminar todos los días, pero tu rutina no te lo permite, no porque empiece el año significa que será más sencillo de hacer. Un propósito más realista sería caminar dos o tres veces por semana, según el tiempo que tengas disponible. De esta forma, el propósito suena menos abrumador, más realista y será más fácil de conseguir. Lo ideal, es plantear propósitos sostenibles, que nos ayuden a sentirnos mejor con nosotras(os) mismas(os) y que nos aporten bienestar, no desgaste. Por ejemplo, si tu propósito es ir diariamente al gimnasio pero no te alcanza el tiempo, es probable que termines agotado y frustrado. En cambio, combinar algunos días de gimnasio con hacer ejercicio en casa hace que el propósito sea más sostenible, realista y, al final, sigues cumpliendo tu meta principal, que es hacer ejercicio.

Crédito: Foto de Lala Azizli en Unsplash.

Por esto te sugiero 3 cosas a considerar a la hora de hacer tus propósitos de año nuevo: 

1. Que sea algo que valores y te aporte algo positivo. Los propósitos deben responder a un valor, meta o necesidad personal y no estar influenciados por otras personas o tendencias. El propósito debe responder a la pregunta: ¿por qué esto es importante para mí en este momento?

2. Convertirlo en un hábito, no una tarea. Las metas muy grandes suelen ser abrumadoras, pero las pequeñas crean constancia. Si logras que este propósito se convierta en un hábito, significa que te está aportando beneficios y que has encontrado la motivación para continuar.

3. Asegúrate de que sea compatible con tu rutina. Si tus propósitos no se ajustan a tu vida y/o a tu rutina, es probable que sientas que son una carga y te sientas decepcionado de no haberlo logrado. 

Crédito: Foto de Glenn Carstens-Peters en Unsplash.

Si tomas estas tres cosas en cuenta, habrás logrado proponerte algo que vas a disfrutar hacer y que te brindará satisfacción. Los propósitos de año nuevo no deberían ser una fuente de presión, sino oportunidades para probar cosas nuevas que nos ayuden a relajarnos, a mejorar o a divertirnos. Lo importante no es empezar un nuevo año con metas perfectas, sino fijarnos propósitos que nos acompañen, nos motiven y contribuyan a nuestro bienestar.