¿Quienes somos en internet?
Por: Bruno Briseño Jiménez. Estudia el 3.0 semestre de Ingeniería en Robótica y Sistemas Inteligentes. UDEM.
En la era digital, nuestra identidad se ha vuelto cada vez más fluida y compleja. La tecnología nos ofrece nuevas formas de expresarnos, conectarnos y explorar diferentes facetas de nosotros mismos a través de avatares y perfiles en línea. Desde los avances tecnológicos que permiten a personas con discapacidades comunicarse a través de avatares digitales, hasta la creciente influencia de las personalidades en línea en la sociedad, la dualidad de nuestra identidad en línea plantea preguntas fascinantes sobre quiénes somos realmente en el mundo digital.
Aquí, analizamos la intersección entre la vida real y la digital:
El lado oscuro de la identidad en línea
Aunque la identidad en línea ofrece muchas oportunidades positivas, también enfrentamos desafíos y problemas que deben abordarse. Uno de estos es la violación de derechos de autor en plataformas de inteligencia artificial (IA). Recientemente, han surgido casos en los que se ha demandado a plataformas de IA por supuestas violaciones de derechos de autor, lo que plantea preguntas sobre quién tiene derecho a controlar y proteger la propiedad intelectual en el mundo digital. La facilidad con la que se crean y difunden contenidos en línea a través de avatares y perfiles digitales también plantea desafíos para la protección de los derechos de autor y la propiedad intelectual.
Además, el acoso en línea es otro problema muy grave que surge de la identidad virtual. En entornos digitales, las personas pueden sentirse protegidas por el anonimato y actuar de manera más agresiva o irrespetuosa de lo que lo harían en la vida real. Un ejemplo vívido de esto es el caso de Patel, un usuario de un metaverso virtual que experimentó acoso por parte de otros usuarios.
Patel, un entusiasta de los juegos en línea, ingresó al metaverso con la esperanza de conectarse con otros jugadores y explorar nuevas experiencias. Sin embargo, pronto se encontró siendo el blanco de comentarios despectivos y ataques verbales por parte de otros usuarios, que lo acosaban constantemente debido a su género y origen étnico. A pesar de la naturaleza virtual del entorno, el acoso que enfrentó Patel tuvo un impacto real en su bienestar emocional y mental. Se sintió alienado y despreciado, y su experiencia en el metaverso pasó de ser una fuente de diversión a una fuente de ansiedad y malestar.
Este caso destaca la necesidad de abordar el acoso en línea como un problema serio con consecuencias reales para las personas involucradas. Patel no solo experimentó daño emocional, sino que su capacidad para disfrutar de la plataforma en línea se vio comprometida. Su experiencia subraya la importancia de crear entornos en línea seguros y respetuosos, donde todos los usuarios puedan participar sin temor a ser acosados o discriminados.
Finalmente, la manipulación de la identidad en línea con fines maliciosos es otro aspecto preocupante de la vida digital. Los avances en tecnología permiten la creación de perfiles falsos y la manipulación de información en línea para engañar, estafar o difamar a otros. Estos casos ponen de relieve la vulnerabilidad de nuestra identidad en línea y la necesidad de medidas para protegerla y salvaguardarla.
El potencial positivo de la identidad en línea
A pesar de todos los desafíos y problemas asociados con la identidad en línea, también existen numerosas oportunidades positivas como la capacidad de expresión y exploración que ofrece la identidad en línea. Un ejemplo inspirador de esto es la historia de Ann, una mujer que descubrió un nuevo sentido de identidad y empoderamiento a través de la creación de su avatar en línea.
Ann, una profesional creativa apasionada de la moda y el diseño, se sintió limitada por las expectativas sociales y las normas de género en su vida cotidiana. Sin embargo, al sumergirse en el mundo de los avatares y la realidad virtual, Ann encontró la libertad de expresarse de una manera que nunca antes había experimentado. Creó un avatar que reflejaba sus gustos personales y su estilo único, y muy pronto descubrió una comunidad en línea de individuos afines a sus preferencias que la apoyaban y celebraban su creatividad.
A través de su avatar, Ann tuvo la posibilidad de explorar diferentes aspectos de su identidad y conectar con otros de una manera auténtica y significativa. Se unió a grupos y comunidades en línea donde compartió ideas, colaboró en proyectos creativos y se sintió parte de algo más grande que ella misma.
La identidad en línea no solamente le proporcionó un escape de las limitaciones de su vida cotidiana, sino que también le permitió descubrir nuevas pasiones y oportunidades que nunca antes había considerado. El caso de Ann ilustra el potencial positivo de la identidad en línea para empoderar a la gente y ampliar sus horizontes. A través de la creación de avatares y perfiles en línea, las personas pueden explorar diferentes aspectos de su identidad, conectar con otros de manera auténtica y encontrar comunidades que las apoyen y celebren por quienes son.
Demandas a plataformas de IA: ¿dónde termina la originalidad y comienza la violación de derechos
de autor?
En la era de la IA, la creación de contenido original se ha vuelto más accesible que nunca. Sin embargo, esta accesibilidad también ha generado controversias sobre la originalidad y la violación de derechos de autor en plataformas impulsadas por la IA.
Recientemente, se han presentado demandas contra algunas de estas plataformas, acusadas de utilizar material protegido por derechos de autor sin permiso. Un ejemplo notable de esto es una canción creada con IA que causó controversia. El cantante Bad Bunny la criticó públicamente, expresando su indignación en las redes sociales. En sus declaraciones, Bunny cuestionó la autenticidad y el valor artístico de la canción, afirmando que aquellos que la apoyaban no merecían ser sus amigos. Este incidente subraya las complejas implicaciones éticas y legales del uso de inteligencia artificial en la creación de contenido musical.
Además, en un contexto relacionado, surgen casos en los que individuos se hacen pasar por artistas famosos en línea, imitando su estilo y personalidad hasta el punto en el que algunos pueden creer que están interactuando con el artista real. Por ejemplo, en redes sociales y foros en línea, pueden surgir cuentas falsas que afirman ser el artista famoso, compartiendo contenido y comunicándose con los fans. Esta falsa representación puede llevar a confusiones y situaciones problemáticas, tanto en el ciberespacio como fuera de él.
Estos ejemplos subrayan la necesidad de establecer límites claros y regulaciones adecuadas en el uso de tecnología de inteligencia artificial y en la representación de personalidades en línea para evitar la violación de derechos de autor y proteger la autenticidad de los artistas y sus obras.
El surgimiento de influencers digitales y avatares virtuales
En la era de las redes sociales y el contenido digital, los influencers han adquirido un papel mu significativo en la sociedad. Estas personalidades en línea, conocidas por su capacidad para influir en las opiniones y decisiones de sus seguidores, han evolucionado desde individuos reales hasta avatares virtuales generados por inteligencia artificial.
Un ejemplo destacado es el caso de Lil Miquela, un avatar virtual que se ha convertido en una de las figuras más influyentes en las redes sociales. Aunque Lil Miquela no es una persona real, cuenta con millones de seguidores en plataformas como Instagram y Tik-Tok, donde comparte contenido que abarca desde moda y música, hasta activismo social. Su popularidad plantea preguntas interesantes sobre la naturaleza de la influencia en línea y la autenticidad de las interacciones digitales.
El fenómeno de la desinhibición en el ciberespacio y la búsqueda de conexión emocional
en línea
El fenómeno de la desinhibición en el ciberespacio es una realidad que impacta significativamente nuestras interacciones en línea. La sensación de anonimato y distancia física puede llevar a comportamientos más liberados y sin restricciones en entornos virtuales. Esta desinhibición es tanto liberadora como preocupante, ya que puede fomentar la apertura y la autenticidad, pero también dar lugar a comportamientos irresponsables o incluso dañinos.
Además, el estado emocional de las personas juega un papel crucial en su forma de interactuar en línea. Las emociones como la tristeza o la felicidad pueden influir en la manera en que las personas buscan conexión emocional en línea. En situaciones en las que se sientan solas o incomprendidas en su entorno físico, pueden buscar refugio y apoyo en comunidades en línea, como foros, redes sociales o sitios web de temas personales. En estos espacios, suelen sentirse más cómodas expresando sus emociones y compartiendo experiencias con otros que sean capaces de entender y ofrecer apoyo.