… Y si todo el hielo se derritiera a causa del cambio climático, ¿lograríamos sobrevivir?

¿Recuerdas la película El día después de mañana? Salió en 2004 bajo el género de ciencia ficción y muestra un escenario donde el derretimiento de los glaciares (una de las principales consecuencias del calentamiento global) provoca una alteración en las corrientes marinas, generando cambios climáticos extremos: tornados en Los Ángeles, una granizada masiva en Tokio, un tsunami en Nueva York y una caída de temperaturas tan extrema que da origen a una súper tormenta y una nueva era del hielo.

Probablemente te estés preguntando si esto sería posible. Es cierto que se tomaron diversas “libertades creativas”, sin embargo, tenían razón en algo: las actividades del ser humano son la principal causa del cambio climático, y lamentablemente cada año se hacen más presentes sus efectos alrededor del mundo.

Ante esta problemática global, en 2015 nace el Acuerdo de París con el objetivo de reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y mantener el calentamiento global por debajo de los 2°C, ya que este exceso de temperatura es el causante del derretimiento de 150 billones de toneladas de hielo en la Antártida cada año, 115 muertes y pérdidas de 3.45 millones de pesos cada día en promedio en los últimos 50 años por fenómenos meteorológicos y otras consecuencias ambientales, sociales y económicas. Compartimos algunos escenarios en los que “la realidad puede superar a la ficción”:

1. Inundaciones
El aumento en el nivel del mar provoca un incremento en la marea, lo que permite que el agua vaya tierra adentro con mayor facilidad. Esto ha resultado en numerosas inundaciones, y predicciones informan que, con un aumento en el nivel del mar de 1.5 metros en los siguientes 80 años, una cantidad considerable de islas, ciudades e incluso países quedarán bajo el agua. Entre las ciudades más visitadas del mundo, pero también de las más afectadas por este problema están: Tokio, Nueva York, Londres, Copenhague, Bangkok, Nueva Orleans, Ámsterdam y Venecia. Incluso en México se espera que las playas de Cancún queden sumergidas antes del próximo siglo y que muchas de las zonas costeras de la península de Yucatán, Quintana Roo, Campeche y Tabasco queden bajo el agua para el 2100, puesto que somos uno de los 20 países con mayor línea costera en el mundo, con más de 11 mil kilómetros distribuidos en 17 de los 32 estados de la República.

2. Migración forzada
Se espera que el aumento en el nivel del mar, así como otros efectos del cambio climático, empujen a 216 millones de personas a migrar de sus hogares para el año 2050. Esto es 1.7 veces la población de México desplazándose alrededor del mundo en busca de un nuevo hogar.

3. Fenómenos meteorológicos
Un alto nivel del mar puede intensificar las tormentas tropicales, los ciclones y huracanes. Con el incremento de la temperatura en los océanos también se forman tormentas de mayor magnitud, así como temporadas de huracanes más largas. Entre 2010 y 2020 se presentaron casi el doble de ciclones tropicales que en la década de los ochenta, con aproximadamente el doble de daños. En 2020, el impacto económico de los desastres en México, sobre todo hidrometeorológicos, aumentó un 20 % hasta superar los 31 mil millones de pesos.

NUEVO LEÓN Y LA CRISIS CLIMÁTICA
Con el cambio climático también hemos visto de primera mano cómo las temperaturas de este estado siguen aumentando y cómo los patrones de lluvia se han modificado por completo, al punto que nuevamente nos enfrentamos a una sequía. En julio de 2022, 48 % del territorio mexicano sufrió de sequías, en comparación a un 28 % en 2021. Hoy en día persiste la escasez del agua, con numerosas colonias reportando la inexistencia de este servicio vital. Además, al ser un país con una fuerte dependencia de la agricultura, la seguridad alimentaria de los habitantes también se ve amenazada, pues se ha generado una escasez de alimentos y un incremento en los precios de los insumos.

¿Y QUÉ PODEMOS HACER AL RESPECTO?
El aumento del nivel del mar es un problema alarmante que requiere un trabajo en conjunto. Entre las acciones que podemos realizar como sociedad para mitigar los daños, se encuentran:

  • Disminuir nuestras emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), al utilizar en la menor medida posible nuestro automóvil y, en cambio, fomentar el uso de transporte público.
  • Reducir nuestro consumo de carne, el uso de carbón en fogatas y asados.
  • Dar mantenimiento adecuado a nuestros equipos de aire acondicionado y electrónicos.
  • Fomentar el uso de energías renovables en la ciudad, como la solar y la eólica.
  • Apoyar el desarrollo y gestión de políticas públicas en materia de cambio climático para que los diferentes sectores productivos generen acciones para hacer frente a esta problemática ambiental.
  • Y por último, y tal vez lo más importante: informarnos y, sobre todo, sensibilizarnos acerca de los efectos del cambio climático a través de una educación consciente y sostenible.