¿El examen más difícil del mundo? Aprenderte un mapa
Larga vida a los icónicos taxis negros de Londres. Esta semana, la agencia Transport for London, encargada de regular el transporte en Londres, le negó a Uber por segunda vez la licencia para operar en la capital del Reino Unido. ¿La razón? Esta agencia considera que la app ha presentado fallas en su servicio y “es un riesgo para la protección y seguridad de los pasajeros”, ya que tienen reportes de conductores que han falsificado su identidad (estiman que 14 mil viajes fueron realizados en 2019 por conductores que no eran los registrados en las bases de datos de la empresa).
Se le viene la noche a Uber: Londres es su principal mercado europeo, donde realizan 3.5 millones de viajes al año y cuentan con 45 mil conductores registrados. El alcalde londinense, Sadiq Khan, declaró en un comunicado de prensa que: “Esta decisión puede ser impopular entre los usuarios de Uber, pero su seguridad es una preocupación primordial. Los reglamentos están ahí para garantizar la seguridad de los londinenses”.
Al igual que en muchas ciudades del mundo, los taxistas en Londres se han opuesto a las operaciones de Uber en sus calles. Y, a diferencia, por ejemplo, de la Ciudad de México, los choferes tienen el apoyo del público. ¿A qué se debe esto? Principalmente a un examen, que es un orgullo local.
Taxi libre
Los famosos black cabs (igual de icónicos que las cabinas telefónicas rojas, el Big Ben, los autobuses rojos de dos pisos) son conducidos por expertos en las calles de Londres. Casi imposible subirte a uno, decir que vas a tal restaurante en el centro, y que el conductor no sepa dónde es. Para que un aspirante obtenga una licencia de taxista, debe pasar la difícil prueba conocida como The Knowledge: básicamente consiste en aprenderse de memoria todo el mapa de Londres.
“Suele llevar entre dos y tres años, si el aspirante se dedica única y exclusivamente a ello; cuatro o cinco, si lo hace a tiempo parcial. Es una prueba tan singular, que se han hecho estudios sobre el efecto que tiene en el cerebro de los aspirantes, como el que llevó a cabo el University College London, que comprobó un aumento en el tamaño de su hipotálamo posterior”, reportó El diario, de España. Algunos expertos dicen que es el examen más difícil del mundo –sólo uno de cada cinco lo aprueban, y es común que una persona lo intente hasta 15 veces–.
Ser tu propio jefe
Gret Kretov es profesor en el Knowledge Point School, una de las escuelas para pasar esta prueba. Pero mucho antes de eso, fue taxista y recuerda lo que fue pasar este examen, después de tres años preparándose y más de 10 exámenes orales: “Fue todo un alivio. En ese momento eres consciente de que tu vida está a apunto de cambiar a mejor. Te van a pagar por conducir por Londres, una ciudad increíble, y vas a ser tu propio jefe. Puedes trabajar cuando quieras, irte de vacaciones cuando quieras… qué más puedes pedir. Yo estaba tan feliz después de haber aprobado, que me pasé medio año conduciendo con una sonrisa y los pasajeros me preguntaban por qué estaba tan contento”, dijo en entrevista para El diario.
La principal inspiración de los aspirantes, curiosamente, es Londres. Varios dicen que, mientras estudian para The Knowledge, se enamoran de la ciudad, de su diversidad, sus contrastes arquitectónicos, oferta cultural, y sus rinconcitos. Algo que posiblemente los conductores de Uber no sientan, ya que dependen casi en su totalidad del GPS en su celular para operar y que, posiblemente, busquen el dinero fácil que el dinero a través de duras –aunque gratificantes– pruebas.