CRISPR: ¿humanos sin enfermedades?
La técnica CRISPR/Cas9 es un antes y un después en la biomedicina. En 2012 llegó con el propósito de tratar -e incluso curar- enfermedades genéticas, gracias a su capacidad de cortar, cual tijera, una secuencia específica en la cadena del ADN. Esto invita a preguntarnos sobre qué podríamos eliminar en un futuro…y sus consecuencias.
¿Cómo funciona? En la variante más sencilla, se inyecta en la célula ARN la proteína Cas9, con una secuencia de reconocimiento que le indica dónde debe cortar el ADN. Además crea una inmunidad que se adapta y “recuerda” las secuencias de ataques anteriores, “reconociendo” el virus y usando las mismas proteínas Cas9 para cortarlo. Esto quiere decir que previene volverse a contagiar de nuevas enfermedades.
Ha sido utilizado por muchos científicos, todos esperando llegar a la técnica más veloz y con mejores resultados. El científico David Liu descubrió una nueva manera que podría corregir el 89% de las 75,000 variantes genéticas asociadas a enfermedades.
Hasta ahora se ha probado con éxito en animales, pero ha generado una gran controversia porque los cambios en la genética han sido heredados a las siguientes generaciones. Esto podría convertirse en una súper especie que sea inmune a ciertas enfermedades, lo que invita a preguntarse ¿cuáles con las cuestiones éticas detrás de esta edición?
A pesar de esto, a partir de diciembre de 2019, han comenzado a experimentar con humanos en Estados Unidos. Las primeras pruebas clínicas se enfocan en la eficacia y seguridad contra el cáncer, la ceguera y las mutaciones sanguíneas.
Se espera que en un futuro cercano, la biomedicina pueda resolver enfermedades desde el código, como la hemofilia, la distrofia muscular, la ceguera e incluso el cáncer y el virus del VIH.