Bill Gates quiere resolver la crisis climática, ¿podrá?
Por si no te ha llegado todavía la noticia, el mismísimo Bill Gates acaba de publicar un libro titulado How To Avoid a Climate Disaster: The Solutions We Have and the Breakthroughs We Need. En éste, además de declarar su amor por nuestro planeta y no querer huir a Marte (como otros millionarios…ajem, Elon Musk, ajem) muestra su labor e intención de salvar a la Tierra del desastre. ¿Qué tan cierta es su promesa?
Aunque llega en un momento muy oportuno tras las peores crisis climáticas que hemos visto –probablemente los recuerdas de nuestro artículo sobre la ecoansiedad en la última edición de la revista ;)–, las opiniones están divididas.
Primero, hay que aclarar que aunque se le agradece y aplaude su contribución a la tecnología de la humanidad y todas las causas que sus fundaciones han apoyado, este problema puede estar fuera de su alcance.
En el libro detalla todas las herramientas, medidas y oportunidades que tenemos para combatirlo pero, como el propio Gates admite, llegó tarde a la fiesta. Confiesa que no llegó al reto climático hasta el 2006 –sí, leíste bien, apenas 15 años– cuando ya llevábamos dos décadas en el problema.
Esto preocupó a expertos, como lo detallaron en The New York Times que en el texto del libro presenta datos erróneos o no actualizados y que demuestran que no entiende en su totalidad el tema. Su intención es buena, vaya, pero el no contar con la dirección correcta con su nivel de influencia y que todos podemos compartir algo de Bill Gates confiando en que es correcto, es preocupante.
Otros medios como The Guardian mencionan que ofrece una perspectiva correcta sobre la escala y urgencia del problema además de preocuparse porque las poblaciones más afectadas y en pobreza tengan la misma oportunidad de tener energía limpia y accesible. Para lograr esto, aunque la ciencia y tecnología están en el punto que necesitamos para combatirlo, al final, el punto que mayor peso tiene en esta batalla –el Tony Stark o Thanos por así decirlo– es que las naciones deben cooperar y….eso no es tan fácil como parece.
Es bien sabido que aunque compañías petroleras tenían acceso a esta información desde 1980, han hecho poco, nada o hasta a propósito han creado desinformación y campañas de negación del problema para esconder sus malas prácticas.
No todo está perdido y, a pesar de que el propio Gates escribe: “Yo no tengo la solución de la política del cambio climático”, la realidad es que es un accionista mayoritario, a través de su fundación, en inversiones a políticos que están involucrados con el petróleo. Así que si “ensuciara” sus manos y se dedicara a analizar el lado político tanto como el lado de datos y tecnología, podría ver que gran parte del cambio es lograr que el lado político siga el lado ideológico.