Cómo activar el liderazgo

Por Néstor Moctezuma, colaborador UDEM en Dirección de Principios y Espiritualidad

¿Te consideras un influencer? ¿Tienes seguidores en tus redes sociales que te admiren? Si tu respuesta fue “sí”, ¿cuál es tu papel como líder? Ken Blanchard y Phil Hodges, en su libro Un líder como Jesús, sostienen que el liderazgo es un proceso de influencia. Es decir, cada que busques influir en el pensamiento, comportamiento o desarrollo de las personas al ayudarles a alcanzar una meta en sus vidas personales o profesionales, estarás asumiendo la función de líder.

A Jesús de Nazaret le llevó tres años generar un movimiento global que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad. ¿Cómo lo consiguió? En su juventud puso en práctica principios de liderazgo universales adelantados a su época, pero que todavía siguen vigentes al día de hoy.

Por ello, aquí te comparto dos principios de liderazgo que transformarán tu vida:

  1. El principio del Servicio

“Ser lo que somos y convertirnos en lo que somos capaces de ser es la única finalidad de la vida”, Robert Louis Stevenson.

¿Qué pasaría si tuvieras unos lentes que te permitieran ver más allá de lo que tus ojos pueden percibir? Imagina que con esos lentes fueras capaz de darte cuenta de qué forma estás impactando en la vida de muchos con tus horas de estudio, tu trabajo o lo que haces día a día. Que directa o indirectamente tus acciones influyen en la vida de quienes te rodean. ¿Seguirías haciendo lo mismo?, ¿o cambiarías algo de tu vida?

Los historiadores aseguran que hace más de 2,000 años Jesús estuvo sentado en la última cena con sus discípulos. Tras haber convivido con ellos por tres años y haberles mostrado con palabras y acciones lo que mejor les convenía, previo a la cena les lavó los pies a cada uno. Pareciera que con este acto el maestro se rebaja ante los alumnos pero, por el contrario, es lo más noble que el ser humano pudiera realizar. Porque el liderazgo no se trata de mandar, obligar o forzar, sino de servir. El liderazgo es un servicio y se vive con el ejemplo: “Hagan lo mismo que yo hice con ustedes”, Jn. 13,15.

  1. El principio de Donación

“Solemos saber lo que debemos hacer pero no hacemos lo que sabemos”, Robin Sharma.

En más de una ocasión te encontrarás ante la disyuntiva de hacer una cosa u otra, entre cuál es tu prioridad y cuál definitivamente no. Para obrar bien siempre hay tiempo; donar tu vida a la humanidad es vivir en relación a la ley del boomerang: todo lo que lanzas se te regresa. Sin embargo, por error se cree que esta ley es de ida y vuelta e inmediata en sus consecuencias. A lo mejor piensas, “Si hago algo bueno por alguien, ese alguien me devolverá el favor, si ayudo a una persona, esa misma persona me ayudará”, pero no necesariamente funciona así. La única certeza es que si mostramos generosidad, vivimos en agradecimiento y servimos a quien lo necesita, estas actitudes y conductas generarán una inercia promotora de beneficios para los demás y, por ende, para uno mismo.

“Todo lo que ustedes desearían de los demás, háganlo con ellos”.

Mt. 7,12.

Finalmente, recuerda que el liderazgo no consiste en dirigir proyectos o explotar personas. El liderazgo es inspirar, motivar e influir en el otro para que alcance a ser la persona que está destinada a ser.

Pon en práctica estos principios para activar en los demás la capacidad de ser los protagonistas de sus propias vidas. Porque al vivir tu liderazgo, despiertas el de otros.