Del tocadiscos al streaming

Por Brenda Muñoz, colaboradora UDEM en Dirección de Comunicación y Mercadotecnia

Con la transmisión de la 4ta temporada de la serie del momento Stranger Things, se popularizó entre chicos y grandes por igual Running up that hill de Kate Bush. Esta canción que forma parte del álbum Hounds of love lanzado en 1985 hace su reaparición triunfal 37 años después para volverse la más reproducida en las plataformas de streaming. Escucharla es revivir algunas de las escenas con mayor carga emocional, es recordar a Max caminando con audífonos por los pasillos de la escuela o a sus amigos intentando salvarla del poder de Vecna mientras la cinta del casete gira en el walkman una y otra vez. Y, por supuesto, escucharla también es viajar al pasado.

Si viviste aquella época en carne propia seguro recuerdas la música que más te gustaba, en dónde comprabas los casetes, la faena de rebobinar la cinta con un lápiz y cambiar el casete de cara A a cara B en la grabadora. O sin ir tan lejos en el tiempo, a lo mejor te tocaron los años liderados por los discos compactos, cuando el discman era la novedad para poder llevar tu música contigo a todos lados y una grabadora que reproducía tanto CD como casete era de los aparatos más versátiles y valiosos que podías adquirir.

Tal vez no nos damos cuenta pero, aunque la música siempre ha estado presente en nuestras vidas, la relación con ella se ha ido transformando. Cambió, en parte, debido a los avances tecnológicos que alcanzaron década tras década nuestra cotidianeidad, ocasionando que nos adaptáramos a nuevas formas de hacer las cosas; en este caso, nuevas formas de escuchar y disfrutar la música. Resulta irreal voltear hacia atrás y notar que alguna vez coexistimos con ese pasado que hoy en día nos resulta tan antiguo; que no existía la facilidad actual de usar el celular para detectar canciones que no conocemos pero que nos gustan (¿alguien conoce Shazam?) o el privilegio de poder navegar entre álbumes de un artista que nos recomienda una aplicación por nuestras preferencias.

Hagamos un breve recorrido por algunos de los dispositivos que marcaron un antes y un después en la forma de reproducir sonido. Cada uno de ellos fue moldeando las características y necesidades para el siguiente, hasta llegar a lo que conocemos hoy en día.

  1. Tocadiscos

Sus orígenes se remontan a 1925. Surgió con la idea de reproducir los discos de vinil de manera eléctrica y no mecánica, esto porque se conseguían beneficios como control del volumen, fidelidad en el sonido y menor desgaste del disco. Aunque actualmente puedes encontrar estos artilugios en venta en tiendas como Amazon, Mixup o Wal-Mart, no es lo mismo estar frente a uno “original” en casa de los padres o los abuelos. 

  1. Walkman

Un veterano. En 1979 Sony sacaba a la luz su modelo TPS-L2, el primer walkman de la historia que revolucionó la manera en la que escuchábamos música. Se volvió un hito en la historia de la música pues escuchar música pasó de ser una experiencia colectiva y casi siempre consensuada a una interacción personalizada en la que podías disfrutar de tus canciones en privado con un par de auriculares. Además, otra gran novedad era que también podías llevar tu música contigo a todas partes, ya no existía nada que te atara a aparatos pesadísimos. ¡Libertad!

  1. Discman

Sony sacó su modelo D-5/D-50 en 1984 aunque no enganchó tan pronto a la gente por su tamaño y peso. Además, los CDs se rayaban bien fácil y con cualquier movimiento la canción “saltaba”. Sin embargo, años más tarde empresas como Panasonic, Philips y Samsung consiguieron mejores diseños con un mejor consumo de energía, peso y precio. El discman ofrecía una experiencia similar a la del walkman pero ahora, más ligero y sin tener que rebobinar nada. 

  1. iPod

Revolucionario, compacto y con mayor capacidad de almacenamiento. Era el juguete que todos querían tener en la década de los 2000. Quienes vivieron su surgimiento en el mercado les consta que cambió para siempre la forma de escuchar música y adquirirla. Fue diseñado por Apple Inc y presentado por Steve Jobs en el 2001 (hace ya un rato, ¿no?). Su ligereza y reducido tamaño volvieron mucho más sencillo el poder llevarlo a, literal, todos lados; correr, ir al gimnasio, viajar en metro… con una mayor selección de canciones entre las que podías alternar con un clic. Este dispositivo iba muy de la mano con plataformas para descargar música de internet como Ares y Napster. ¿Cuántas horas esperabas para bajar una canción?

  1. Streaming

Y llegamos a la forma actual de escuchar música. A estas alturas de la vida el término streaming ya es muy familiar para nosotros; se refiere a la reproducción de canciones, películas, series y un largo etcétera por internet sin tener que descargarlas. Spotify es un gran gigante en esta categoría, y también se pueden encontrar plataformas como Apple Music, YouTube Music, Pandora, Amazon Music Unlimited y Soundcloud. Algo notable es que plataformas como Spotify no solo te proveen de música, sino que también hacen comunidad. Ya sea que crees una playlist con tus canciones favoritas, que la fusiones con algún amigo para que ambos puedan escuchar lo que les gusta al uno y al otro o los muy populares Spotify Wrapped, que te brindan la oportunidad de recordar las canciones que has reproducido más tiempo durante todo el año.

¿Cuáles de estos dispositivos te tocó usar? ¿Tienes uno favorito? Es muy probable que nuestra forma actual de escuchar música quede en el pasado cuando aparezca un nuevo método de reproducción que nos otorgue muchas más ventajas e innovaciones, pero lo que no podemos negar es que la música siempre formará parte de nuestra vida.