Dinero vs. bienestar. Encuentra tu punto de equilibrio

Por Bianca Campolongo, estudiante de 4° semestre de la Licenciatura en Psicología Clínica

Finanzas, dinero, economía, intereses, tarjetas de débito, crédito, bancos, ahorros. ¿Comeré atún por una semana? ¿Café del Tim Hortons o del filtro de mi casa? Palabras y preguntas que, para una futura psicóloga, solo hacen ruido en mi cabeza, me causan estrés inconsciente, me hacen sobrepensar cada decisión que el dinero me lleva a realizar. Como un objeto tangible, de gran o leve valor, ha producido un torbellino en mi vida de estudiante (o “estudihambre”, como dirían algunos) de la licenciatura de Psicología. Aquí está lo interesante: aunque no lo creas, la psicología y el dinero sí van de la mano y en la actualidad existe el concepto de bienestar financiero o finanzas emocionales.

Primero que nada, definamos el concepto de bienestar financiero: un estado de ánimo, una emoción donde tenemos certeza de que las decisiones financieras que estamos tomando son las correctas y son las que nos permitirán alcanzar nuestros sueños y objetivos. Aunado a las emociones, así se unen la psicología y el dinero. Por lo tanto, muchos hemos pasado por distintas situaciones. Ejemplos: si trabajas, ¿cómo gestionas tu quincena? Gastos, servicios, un regalito personal; si eres foráneo, ¿hoy comerás atún o cereal por décima vez? 

¿Cómo les dices a tus papás que ya no tienes dinero porque te lo gastaste en una salida? Sin importar el contexto en el que te encuentras, las decisiones que se toman en lo que respecta a la palabra “gastar” son una carga consciente o inconsciente para nosotros (estudiantes, trabajadores, foráneos). Las emociones, tales como miedo o pánico, van de la mano con las decisiones a la hora de pagar o comprar y nos hacen precipitarnos a compras que posiblemente no necesitábamos en primer lugar. Otra de las emociones que se asocian de manera evidente es la alegría, y más cuando está acompañada de un sentimiento de amor o cariño. Esto nos hace seres humanos, por las conexiones que entablamos con otras personas. Es por eso que en las celebraciones como San Valentín, Navidad, cumpleaños, aniversarios, bodas, el gasto incrementa y existe la posibilidad de que se genere un desbalance en nuestras cuentas personales.

No significa que las emociones sean negativas, malas. Las emociones son válidas hasta el punto que estas llegan a ser disfuncionales, que afecten alguna esfera de tu vida (como la académica, la personal, la familiar, la social o la financiera). Volvemos al concepto de bienestar financiero. Desde mi punto de vista, es uno que lleva tiempo regular o balancearlo con tu vida y es algo que creo que, por medio de las experiencias, se aprende. Si compraste unos boletos para el concierto de Bad Bunny, está bien, valídalo. El bienestar financiero no se antepone a tu bienestar físico ni emocional, todos están en el mismo nivel. Recuerda: tú manejas el dinero, el dinero no te maneja a ti.