El avatar no nació en los videojuegos
Los videojuegos han redefinido lo que significa ser tu “mejor versión”. Los gamers se refieren a la representación de si mismos en los videojuegos como “avatar’s”. Esta encarnación virtual que tiene distintas formas puede ser personalizado para acercarse a la personalidad de su creador… e incluso llegó a los mensajes de Apple. Y aunque los videojuegos lo han llevado a niveles expertos, el término “avatar” existía desde siglos atrás.
“Avatar” viene de la palabra en sánscrito “avatarana” que significa “descendiente”. Es parte de la mitología hindu y apareció por primera vez en inglés en 1784 para referirse a la encarnación terrenal de una deidad como Visnú. Su adaptación y uso común en los videojuegos empezó con Richard Garriott, un fan del famoso juego de rol Dungeons & Dragons, y uno de los fundadores de Origin Systems, el desarrollador de la serie de videojuegos Ultima.
El concepto de estos tiene como inspiración los clásicos juegos de mesa en los que la personalización es clave, al igual que los dilemas morales y éticos que los jugadores deben resolver. Al investigar para preparar la cuarta edición, Ultima IV: Quest of Avatar (1985) se encontró con el Vedas, la colección de textos religiosos del hinduismo que describen el avatar.
Le cayó como anillo al dedo: tuvo al término como marca registrada hasta 1997, pero desde 1986, un año después del lanzamiento de Ultima IV, la comunidad gamer rápidamente lo adoptó de forma coloquial para referirse a todos los personajes controlados por los usuarios. Lucasfilm lo confirmó con un video promocional del videojuego Habitat, presentando como avatares a los personajes y explicando de forma clara y puntual el concepto para todo el público.
Para 1992, “avatar” ya había cruzado a otros terrenos, como la novela cyberpunk de ciencia ficción Snow Crash de Neal Stephenson que llegó a ser una gran influencia para el mundo literario además de predecir la realidad virtual que hoy tenemos. También le debemos que “avatar” saliera de los videojuegos para convertirse en lo que hoy conocemos: avatar = “persona online“. Desde los Miis de Nintendo, los Memojis de Apple y hasta los Xbox’s Avatar o los habitantes de Animal Crossing, vivimos rodeados de “avatares”.