Humanos del futuro

Ya llegó, ya está aquí, aunque-no-lo-creas: la tecnología avanzó lo suficiente para que los humanos aumentemos nuestras capacidades sensoriales y físicas, convirtiéndonos en transhumanos o cyborgs. Y vamos más lejos: en el futuro (muy, muy) cercano, la línea que separa al hombre de la máquina será increíblemente delgada e incluso podría dejar de existir, con optimizaciones y “arreglos” a nuestros cuerpos para superar nuestras limitaciones biológicas. Imagina las posibilidades. Las partes mecánicas serán una mejora o un reemplazo total para las orgánicas. Podremos transportar nuestra conciencia y recuerdos a la “nube”. Si todo marcha bien, llegaremos a obtener la inmortalidad… o bueno, lo más cercano a ella.

Esta personalización de cuerpos tiene como activistas principales a los cyborgs. Son una unión entre cibernética y organismos, basados en AS (Artificial Senses). Es decir, se enfoca en el estímulo artificial que puede brindar la tecnología con la inteligencia del humano. No hay que confundirlo con inteligencia artificial, en la que las máquinas piensan por sí mismas, reemplazando a los humanos en la operación. Para asegurar su futuro, desde 2010 existe la Cyborg Foundation, una organización que ayuda a las personas a convertirse en cyborgs, promueve el arte de los mismos y se preocupa por defender sus derechos (básicamente que pueden hacer lo que quieran con su cuerpo y que gozan de los mismos privilegios que un humano regular). Sus fundadores, Neil Harbisson y Moon Ribas, son parte de los ejemplos que empujan la línea entre máquina y hombre. Podemos considerar que sería convertirnos en Robocop, un Terminator más amigable, un replicante sin el acoso de un Blade Runner, o simplemente, en un práctico Inspector Gadget.

Lo que viste en el cine y en la tele, y lo que leíste en las novelas de Asimov y Bradbury ya está a la vuelta de tu esquina (bueno, casi). Estos son cyborgs de la vida real, famosos por romper el límite entre los humanos y los robots.

El texto fue escrito por Nuria Ballesteros; la ilustración y el diseño fue realizado por Jeniffer Villa.