La rueda de las emociones
Los humanos somos más similares de lo que creemos. El 99.9% del ADN humano es parecido y a pesar de las diferencias mundiales en cultura o costumbres, todos tenemos emociones. Esta característica universal va más allá de las cinco clásicas y que, como seguro te ha pasado, a veces hasta son difíciles de nombrar. Por esto, el Instituto Junto se dio a la tarea de identificarlas. El resultado es una rueda con el rango completo de categorías que hasta ahora hemos identificado presentado en una forma lógica.
Las emociones que podemos nombrar fácilmente son la base del resto. La tristeza, enojo, felicidad, miedo, la sorpresa y el amor están incluidas en mayor o menor medida en el resto de las 102 emociones; por ejemplo, los celos pueden ser una versión secundaria del enojo.
La idea de expresar las emociones como una rueda se hizo popular en 1980 gracias al psicólogo Robert Plutchik, quién desarrolló este concepto, pero escogió ocho como base: enojo, miedo, tristeza, asco, sorpresa, anticipación, confianza y alegría. Según Plutchik, son consideradas base ya que se creía que gracias a estas nuestros ancestros han sobrevivido.
Otra manera de entender como se dan tantas emociones –y probablemente una que ya conoces–, es partir de la clasificación de la película Intensamente, pero con un twist. El medio Vox creó esta gráfica que resume todas las combinaciones de emociones que vemos en la película, usualmente el resultado de dos o de una sola que al amplificarse toma otra forma.
Lo que podemos aprender de esto, aparte de que hay muchas emociones secundarias que tiene más sutilezas que un simple enojo o tristeza, es que los humanos (sobre todo los gringos) amamos clasificar y nombrar las cosas para entenderlas mejor.