La teoría del duende de Lorca

¿Qué tiene en común Nick Cave, Rafael Nadal, Rosalía y Federico García Lorca? Un duende. No hablamos de que coleccionen figuras de duendes, sino del concepto con el que se ha descrito el trabajo del músico Nick Cave, las hazañas del tenista, el éxito de Rosalía y del propio Lorca.

El término “duende” fue explicado por el escritor García Lorca en una conferencia en Buenos Aires en 1933 titulada: Teoría y juego del duende. Aunque no es un concepto sencillo de definir, además de que a Lorca le gustaba exagerar, se puede resumir como “un encanto misterioso e inefable, una especie de magnetismo que puede poseer cualquier arte, país o persona”. Sin embargo, Lorca decía que se daba más en la música, la danza y en España… aunque no limitó su presencia fuera de estos. Usualmente se liga con el éxito y talento, es equivalente a cuando se dice que alguien tiene “estrella”.

Esta manera de calificar, común entre los españoles, se ha vuelto un término que ha dado la vuelta al mundo y del que se ha abusado y modificado el concepto. Según explicó en un artículo de Verne El País el experto en Lorca, el profesor José Javier León, doctor en Filología Española y autor de dos libros del duende lorquiano, este fenómeno es parte de las traducciones fascinadas con el concepto que tratan de imitar el propio poder lírico imbatible del poeta español.

Vemos este elogio en un artículo en el periódico británico The Guardian que se refiere al “duende” del Nadal, en un reportaje sobre el don de la cantante Rosalía en The New York Times, e incluso el músico Nick Cave que se echó flores solito en una conferencia diciendo: “todas las canciones de amor tienen que tener duende”.

Los tres se alejan de la complicada definición de Lorca. Él describe que el duende se une a palabras sombrías como la herida, la oscuridad, negro, muerte, dolor, sangre, el desgarro y la lucha.

Para Javier León, esto pasa por que el término se convirtió en un cliché que se aleja de este encanto poético que describía el escritor español, pero reconoce que este exceso no es culpa de la actualidad, sino del propio Lorca que se empalagó de sus propias palabras.

Así que espera ver “duendes” la próxima vez que elogien el talento místico de alguna celebridad… o de alguien que conozcas.