Los robots quieren leer nuestras mentes
Los robots no vienen por nuestros trabajos, vienen por nuestros cerebros… y es el futuro del trabajo.
Houtan Jebelli, profesor asistente de ingeniería en la Penn State University, junto con su equipo están aprovechando los nuevos avances en las interfaces cerebro-computadora para crear una especie de fuerza de trabajo cibernética.
Usando electroencefalografía (EEG) incrustado directamente en los cascos de los trabajadores de la construcción, el equipo ha ideado una forma para que los robots lean las mentes de sus compañeros de trabajo humanos y se ajusten en consecuencia.
“Este es probablemente el futuro de la interacción hombre-máquina, especialmente en las industrias orientadas al campo”, dice Jebelli.
Por su parte, Johnny Långstedt, un candidato a doctorado en Religión comparada en la Universidad Åbo Akademi, le dijo a Inverse en entrevista que una investigación reciente suya sugiere que este tipo de automatización también puede crear tantos problemas como intenta resolverlos, particularmente cuando llega a la satisfacción laboral en el lugar de trabajo.
“Nos motiva un cierto conjunto de prioridades de valor, como la creatividad y el orden”, explicó Långstedt. “Esos impulsan nuestras acciones e interpretaciones de diferentes situaciones, y también afectan las ocupaciones en las que elegimos trabajar”. La automatización que cambia los valores que tienen nuestros trabajos, por ejemplo, pasar de lo monótono a lo más creativo, es donde comienza el problema, dice.
La inteligencia emocional que esta tecnología de EEG está tratando de crear recorre la línea entre el cariño de WALL-E y el control panóptico orwelliano, pero como cualquier tecnología de modernización en el lugar de trabajo, viene a por nosotros, nos guste o no.