México se quedará sin playas de arena

Sí o sí: en 30 años no podremos construir castillos de arena en Los Cabos. En el peor de los escenarios –en donde no movemos ni un dedo por esta crisis climática que define nuestra época–, para 2050 el mar nos arrebatará casi 100 metros de playas de arena y México será de los países más afectados a nivel global.

Son estimaciones dramáticas de la revista científica Nature Climate Change que, en su estudio Sandy Coastlines Under Threat Of Erosion (publicado hace unos días), realizó valoraciones basadas en el impacto de los fenómenos climáticos en los arenales entre 2050 y 2100, y los correlacionó con el aumento del nivel del mar.

México, Chile y Argentina son de los países más amenazados, por la extensión de sus costas. Nuestro país podría perder hasta 5,100 kilómetros de arenales, mientras que los países sudamericanos perderían 7,000 y más de 4,000 kilómetros, respectivamente. El Salvador, Pakistán y Gambia, por ejemplo, se quedarían sin el 80% de sus playas; de manera general, las naciones que más sufrirían son Canadá y Australia (15,000 kilómetros de costas de arena).

¿A qué se debe esto?

Más tormentas y huracanes. Más intensos. Estos fenómenos son los principales efectos del calentamiento global y las principales amenazas de las playas. Sin embargo, estos no son nuevos y, al tener una temporalidad, les permiten a las playas “recuperarse” en el tiempo que no ocurren. El elemento amenazador en toda esta ecuación es uno que no se tenía antes: el aumento del nivel del mar, ya que el deshielo de las zonas polares va a un ritmo de tres milímetros al año (en la década de los 60, consistía de menos de un milímetro al año). Esta crecida bloquea la recuperación natural de las playas.

Pero no todo está perdido y depende del futuro que elijamos: ya sea uno de bajas emisiones y responsabilidades en nuestros consumos… u otro donde no hacemos nada y seguimos contaminando por doquier. El peor escenario ya lo leíste, pero, si decidimos seguir tal cual los Acuerdos de París (firmados en 2016 por 195 naciones), podríamos reducir hasta en un 40% esta terrible situación.