Micropreneur: Todo lo que necesitas saber sobre la nueva ola del emprendimiento

El mundo del emprendimiento está lleno de distractores. Una vez que emprendes, las aceleradoras te buscan para ofrecerte sus servicios, las incubadoras te dicen que ellos tienen la solución para terminar de desarrollar tu negocio, hay concursos a nivel mundial para acceder a fuentes de financiamiento externas, ferias del emprendimiento y tanta cosa que nos desvían de nuestro objetivo principal: vender nuestros productos o servicios. Pareciera que, en el ecosistema del emprendimiento, existe un comportamiento cuasi robótico para encontrar un problema a resolver, construir un producto y/o servicio, llegar a los clientes, lograr fondeo para crecimiento y seguir expandiéndonos.

Sin embargo, quiero mostrarte cómo el micropreneurship es diferente, cómo es más poderoso que el entrepreneurship común y cómo no solo tiene un respetable lugar en los negocios, sino que realmente tiene el potencial de ser un excelente estilo de vida, donde el éxito se mide a través de la felicidad neta y no de los ingresos netos.

Probablemente nunca has escuchado el concepto micropreneur ni multipreneurs, intrapreneurs, entrepreneurs y tantos otros que existen en el universo del emprendimiento (por lo menos hay 26). Su definición es bastante simple (y siempre ha existido, desde la época de nuestros abuelos): un micropreneur es un dueño/a de un negocio que resuelve pequeños problemas, que tiene menos de cinco empleados, casi no delega nada y es responsable de casi todo lo que sucede en la empresa, desde la generación de las ventas, pasando por todas las áreas administrativas que se te ocurran —hasta el pago de nómina e impuestos—. Si el comedor de su casa es la base de operaciones, seguramente es un micropreneur. También es alguien que tiene como principal objetivo buscar un estilo de vida gratificante mientras trabaja en lo que más le apasiona.

Los micropreneurs tienen un sin fin de características. Cuando se trata de negocios, son polifacéticos y adaptables, muestran una genuina versatilidad en sus habilidades y una curiosidad infinita. Además, a diferencia del empresario tradicional, no están obsesionados con la idea de crecer a toda costa, prefieren mantener el control de su tiempo y esta posición les permite variar los servicios que ofrecen y adaptarse a la demanda.

Siempre están en busca de nuevos clientes durante el día, y por las tardes procuran organizar la entrega de sus productos y/o servicios solicitados, haciendo la contabilidad y subiendo a las redes sociales sus estrategias de marketing, donde pocos o nadie le ayudan a coordinar el negocio. Son altamente productivos porque su negocio depende netamente de su productividad personal y buscan permanecer pequeños en lugar de crecer.

Pero el micropreneur es más que solo un trabajo: es un estilo de vida que fomenta el equilibrio saludable entre la vida laboral y la privada. Diseñaron su negocio para que les haga su vida más llevadera y construyen algo que les nutra su alma y no solo sus bolsillos. En lugar de perder el tiempo con concursos, lanzamientos e incubadoras inútiles, se concentran en su cliente, su producto, su crecimiento.

Esto no es solo “hackeo” de crecimiento emprendedor, combinado con un estilo de vida diferente y atención al cliente ultrapersonalizada. Estos entusiastas tienen algo mucho más grande e inteligente: han puesto al ser humano, y no a la empresa, en el centro de la ecuación de sus negocios. Y esto lo cambia todo.

Algunos ejemplos de micropreneurs son los que rentan su casa a través de Airbnb, un blogger, un influencer en redes sociales como Nancy Nannuk, o los que ofrecen viajes con causa como “Travelers With Cause” de Robbie y Alex. Otros ejemplos son los coach de negocios o de vida como Dinorah Delgado, los que venden comida por WhatsApp, jóvenes que compran o venden joyería o un fotógrafo independiente.

Existen programas a gran escala de micropreneurship. Un ejemplo es el Proyecto Salta, en Perú, donde mujeres emprendedoras participan en un programa de educación para convertirse en micropreneurs en un tiempo récord de tres horas.

Si te consideras un micropreneur, preséntate como tal. Mandarás el mensaje de estar siempre alerta y con los ojos bien abiertos a nuevas oportunidades de negocio y de innovación. Considera que no todo el mundo conoce el término; te sugiero que aproveches esta coyuntura a tu favor explicándoles qué es el micropreneurship y cuál es el problema que resuelve tu negocio.

Cada vez más emprendedores están dispuestos a aceptar convertirse en propietarios de negocios a menor escala y, si estás listo para dejar atrás la vida corporativa, convertirse en un micropreneur puede ser el mejor paso que des en tu vida profesional. Y recuerda: vive el momento.

Domingo Salazar

Domingo escribe acerca de creación de negocios e innovación empresarial para compartir sus experiencias, irreverencias y locuras en la arquitectura, diseño y estrategia empresarial. Le gusta filosofar sobre las similitudes entre la vida y los negocios. Profesionista de día y catedrático de noche, utiliza su tiempo en la búsqueda de nuevas ideas para implementar en su oficina y en la incubadora de la UDEM.