¿Vas a perder tu cartera? Hazlo en Helsinki

¿Alguna vez te has preguntado qué ciudades son las más honestas en el mundo? Reader’s Digest se hizo la misma pregunta y para comprobarlo, dejó 12 carteras en estas 16 ciudades creando un experimento social y global para conocer la respuesta. Spoiler alert: Monterrey no está en la lista, pero probablemente puedas estar tranquilo/a cuando visites Helsinki.

Ciudad, PaísCarteras que regresaronTotal de carteras
Helsinki, Finlandia1112
Mumbai, India912
Budapest, Hungría812
Nueva York, U.S.A.812
Moscú, Rusia712
Amsterdam, Países Bajos712
Berlín, Alemania612
Ljubljana, Eslovenia612
Londres, Inglaterra512
Varsovia, Polonia512
Bucarest, Romania412
Río de Janeiro, Brasil412
Zurich, Suiza412
Praga, República Checa312
Madrid, España212
Lisboa, Portugal112
Vista de la Catedral luterana de Helsinki, ciudad honesta.

Helsinki, Finlandia (regresaron 11 de 12)

Podríamos decir que lograron el famoso “excelente servicio, 5 estrellas”, porque fue la más alta en la escala. Los finlandeses son por naturaleza honesta, según Lasse Lumakoski, un local, que explica que aquí nadie se pasa un alto.

Mumbai, India (regresaron 9 de 12)

La carga de conciencia de la mayoría de la población no les permitió clavarse el dinero, cualidad que han heredado por muchas generaciones.

Budapest, Hungría (regresaron 8 de 12)

Contrario al estereotipo de que la edad te hace ser más sabio, no aplicó en este país, ya que una mujer en sus sesentas se quedó con una de las carteras extraviadas.

TOP FAILS…

Madrid, España (regresaron 2 de 12)

Los jóvenes fueron quienes defendieron la reputación del país, con apenas 2 casos que respetaron la propiedad ajena.

Lisboa, Portugal (regresaron 1 de 12)

La adorable pareja que regresó la cartera, no era de Lisboa, sino un par de turistas de Holanda. Holanda 1 – Lisboa 0.

Así cómo el tranvía, verás pasar tu cartera.

La conclusión fue que sólo el 47% de las carteras regresaron a la revista, por lo que aprendieron que la honestidad no tiene edad ni un sesgo de género y ni siquiera tiene que ver con la situación económica de las personas. La diferencia son los valores de cada país y por supuesto, siempre habrá la excepción que es poco empática y habrá que despedirse de nuestras carteras.