¿Hasta qué edad somos jóvenes?
Por Jesús López, Decano de la Escuela de Medicina de la UDEM
A veces en conversaciones cotidianas usamos frases como “Eres una persona muy joven” o “Él ya está bastante mayor” para referirnos a alguien pero, en realidad ¿en qué nos basamos para determinar la juventud? ¿Tú te sientes joven o mayor? Vamos a explorar las definiciones de distintas disciplinas para tratar de averiguarlo.
Biológicamente hablando, la OMS define que una persona joven es aquella que se encuentra entre los 10 a 24 años. Dentro de este rango de edad se catalogan los adolescentes (10 a 19 años) y los jóvenes (15 a 24 años); esta es una etapa de transición para llegar a la edad adulta, en donde toman decisiones para buscar su bienestar pero también donde experimentan y son más propensos a comportamientos de riesgo.
Desde un punto de vista psicológico, Sigmund Freud afirma que la definición de la juventud está caracterizada por alejarse del padre. Cuando el joven se aparta del ámbito familiar que lo hace un sujeto infantil, que lo objetualiza y ahora enfrenta el discurso de afuera, de la realidad, que lo confronta con la incertidumbre, lanzándose a buscar su autonomía, con el deseo de pertenecer y tener sus propias raíces. En la búsqueda de su construcción cuestiona los vínculos, tradiciones y cultura que obtuvo de su familia, buscando su independencia e inicia la creación de su propia identidad en un ámbito de retos, oportunidades y exigencias de la sociedad.
Respecto a lo social, existe una diferencia de opiniones entre los países. Si bien adoptan la definición de la OMS, catalogan como “joven” a aquellas personas que son tratadas como adultos ante la ley. Es decir, cuando alcanzan su mayoría de edad; también la definición es diferente según los factores socioculturales, institucionales, económicos y políticos.
Por el lado cultural es complicado definir el concepto para no crear estereotipos, por lo tanto no puede sujetarse a definiciones únicas y rígidas. El joven sigue evolucionando y enfrentándose a los factores definidos según otras áreas; está en un proceso de formación hacia su versión adulta. Se trata de un dinamismo del proceso y de las diferencias entre cada individuo según su entorno; el joven trata de proyectar su versión adulta de manera temprana sin llegar a serlo todavía y, posteriormente, puede percibir que aún no está listo para esta etapa. Ser radical en este sentido deja de lado todos los factores relevantes del entorno y de cuando el individuo considera que ha alcanzado esta etapa de su formación.
La juventud también se define como un estado de ánimo que no tiene relación con la edad, en el que la persona continúa con confianza en sí misma, entusiasmo y curiosidad de seguir explorando y creciendo.
Con toda esta información podemos concluir que no existe una definición universal para responder hasta cuándo somos jóvenes. Existen muchas opiniones que, si bien la biológica podría ser la más objetiva porque es cuantitativa, también hay que considerar que hay una evolución generacional continua en donde los comportamientos, principios, actividades, metas, educación, economía o familia ya no están dictados por una edad establecida.
Podemos tomar todos los conceptos descritos, comprenderlos y de esa forma entender la juventud y entendernos a nosotros mismos. Identificar en qué momento decidimos dejar de ser jóvenes sin tomar esto como algo negativo, sino como un paso más en las etapas de nuestras vidas.