La atención en salud del presente y del futuro
Por Anna Basora, profesora UDEM de la Escuela de Psicología
En la confluencia entre la ciencia y la tecnología, emerge un capítulo totalmente inédito en el extenso compendio de la salud, trascendiendo los límites de la ciencia ficción. A continuación, nos adentraremos en los avances tecnológicos de las últimas décadas que han transformado tanto los métodos clínicos como la interacción entre profesionales de la salud y pacientes.
Imagina por un instante que entras a una tienda de ropa y entre una variedad de prendas, seleccionas la que más te atrae. Luego, te acercas a una máquina que de manera casi mágica la ajusta a tu talla exacta. Estaría genial, ¿verdad? Bueno, esta idea se acerca bastante a uno de los aspectos emocionantes del cuidado de la salud del futuro: la medicina personalizada. Su base radica en el análisis genético individual para tomar decisiones en cuanto a la prevención, detección y tratamiento de enfermedades. Entender el perfil genético de un paciente resulta invaluable para los profesionales de la salud, quienes pueden elegir tratamientos y terapias específicos, además de definir dosis y programas adaptados.
Otro salto impresionante se observa en la aplicación de la tecnología robótica en procedimientos médicos. Y no, no estamos hablando de los robots que todos nos imaginamos. Estos robots, llamados micro o nanorobots, son tan minúsculos que pueden navegar por tus venas y arterias, llegando incluso a células dañadas o cancerosas para suministrar medicamentos o efectuar reparaciones. También existen robots más grandes que se utilizan para realizar cirugías de alta precisión o de forma remota, asistir a pacientes dentro y fuera de los hospitales, mejorar la rehabilitación de la movilidad y mucho más.
En otro rincón, la teleasistencia está borrando las fronteras físicas entre pacientes y profesionales de la salud. Esta modalidad permite a las personas acceder a la atención clínica a través de medios digitales, especialmente crucial en zonas remotas o para aquellos con limitaciones de movilidad. Las consultas virtuales, donde los síntomas pueden evaluarse mediante videoconferencias, acercan la atención clínica a los hogares. Durante la pandemia, esto resultó especialmente útil, sobre todo en el ámbito de la psicología y la medicina.
Y para cerrar con broche de oro, tenemos a la estrella del momento: la inteligencia artificial (IA). Esta maravilla puede procesar y analizar grandes cantidades de datos clínicos en un abrir y cerrar de ojos, mejorando considerablemente la detección y predicción de enfermedades. Esto potencia decisiones clínicas basadas en información precisa y agiliza el proceso de diagnóstico. Por ejemplo, gracias al análisis de mamografías recopiladas a lo largo de los años, la IA puede identificar patrones predictivos de cáncer de mama.
En resumen, estamos en un emocionante umbral en todas las disciplinas de la salud, donde la tecnología es el motor del cambio. La medicina personalizada, la robótica, la teleasistencia y la inteligencia artificial están reformulando la atención clínica y el bienestar. Es crucial que tanto los profesionales como los pacientes se adapten a esta evolución y aprovechen sus beneficios. Con cada innovación que abrazamos hoy, estamos colaborando en la construcción de un mañana más saludable y conectado.
Referencias
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