Los 10 mejores libros de los últimos 10 años

Toda lista es arbitraria. La de intentar trazar cuáles son los 10 mejores libros de la última década puede serlo aún más. Sin afán de hacer polémica innecesaria, lo que sí podemos decir es que esta lista contiene títulos que sin duda deben estar en cualquier biblioteca contemporánea para intentar descifrar las claves de nuestra humanidad en tiempos recientes.

Mi lucha, de Karl Ove Knausgård

Anagrama, 2009-2011

Basta con leer el primer tomo (La muerte del padre) de la maravillosa locura literaria del autor noruego, una autobiografía épica en varias entregas que, en realidad, es el pretexto del escritor para otorgar claves de entendimiento del sufrimiento humano.

Manual para mujeres de la limpieza, de Lucia Berlin

Alfaguara, 2015.

Una bellísima antología de relatos basados en la vida de la propia Lucia Berlin, una mujer estadounidense que, pese a sufrir de alcoholismo, trabajó de todo lo posible para mantener a sus hijos, con impresionante lucidez, inteligencia y valentía. El libro es un monumento a la estética de la espontaneidad. Aunque Berlin falleció en 2004, el libro se publicó en 2015.

El mapa y el territorio, de Michel Houellebecq

Anagrama, 2010.

El enfant terrible de la literatura francesa, nacido como Michel Thomas, es el gran explorador de los límites de la ficción. Con su singular sentido de la perturbación, el autor francés narra aquí la manera fortuita e inmerecida en que un artista se encumbra a partir de una obra intrascendente. Las notas de humor ácido y el entrelazamiento de una amistad extraña y una historia de amor dotan de adrenalina incesante a este libro.

Swing Time, de Zadie Smith

Penguin Books, 2016.

Novela que referencia a varios musicales hollywoodenses (Fred Astaire y Sammy Davis Jr. son protagonistas no nombrados) y se ubica en la Londres contemporánea. A partir de la historia de dos mujeres que se encuentran desde niñas, Zadie Smith teje una historia que provoca reflexiones sobre los estigmas raciales en nuestras sociedades.

The Cockroach, de Ian McEwan

Anchor Books, 2019.

La novela más reciente del autor británico atiende lo inevitable: el absurdo tejido del Brexit. A través de la metáfora de Franz Kafka en La metamorfosis, La cucaracha de McEwan es una sátira política macabra sobre la decisión de aislamiento de Inglaterra votada por sus compatriotas.

El simpatizante, de Viet Thanh Nguyen

Booket, 2015.

Saigón está en el caos en la década de los 70. Un general del ejército de Vietnam del Sur bebe whiskey americano y prepara una lista de quienes abordarán los últimos vuelos hacia Estados Unidos para escapar de la pesadilla de la guerra. Pero nada es lo que parece. Brillante thriller político que confirma que una gran novela de espías puede alcanzar la cúspide literaria.

La decadencia de Nerón Golden, de Salman Rushdie

Seix Barral, 2017.

El gran autor indio-británico ha hecho, quizá, la mejor sátira de la era del absurdo en Estados Unidos: la presidencia (imperial) de Donald Trump (The Golden House es el título en su original inglés). A partir de la reinvención de la vida de Melania, Rushdie nos sumerge en una novela cargada de humor negro que repercute en la peregrinación del lector entre el llanto y la risa.

The Circle, de Dave Eggers

Penguin Books, 2013.

No debería sorprendernos que varias de las mejores novelas de la década que culmina sean distópicas. El verdadero protagonista aquí es internet. Más específicamente: la manera en que se ve internet cuando no lo entendemos. Lo demás lo pone la agilidad narrativa de Eggers.

Sapiens, de Yuval Noah Harari

Debate, 2011.

El gran best seller del pensador israelí es, quizá, el paseo más erudito por la historia de la humanidad, desde nuestras especies más arcaicas hasta el homo sapiens. El libro fue la primera entrega de una trilogía imprescindible para entender de dónde venimos y hacia dónde vamos. Los siguientes dos son Homo Deus y 21 lecciones para el siglo XXI. Hay que leerlos todos.

El capital en el siglo XXI, de Thomas Piketty

Harvard University Press, 2013.

La obra magna del economista francés se transformó, de inmediato, en el tratado de economía de la década. El gran experto en desigualdad teje, con argumentos casi irrebatibles, que la concentración de la riqueza tiene su origen en el capitalismo patrimonial, donde el nacimiento (la herencia) cuenta mucho más que el esfuerzo y el talento.