Los animales del futuro
Los biólogos hicieron un ejercicio de imaginación y visualizaron la evolución de la vida en la tierra. Determinaron que podríamos tener mantis del tamaño de los perros, ratas acuáticas que parezcan ballenas y hasta palomas carnívoras que no vuelen. Sería en un millón de años y es una posibilidad, pero pensando que ahora vivimos con puras noticias de destrucción ambiental y especies extintas, esto puede ser una buena dosis de optimismo (las ratas-ballenas, no).
El cambio climático obligará a las especies animales a adaptarse para sobrevivir en este nuevo ambiente áspero y algunas investigaciones sugieren que ya está sucediendo. Lo podemos ver en los cambios de patrones de migración, los ciclos de vida más rápidos de los anfibios y recientemente en los elefantes que nacieron sin colmillos.
No hay una fórmula a la fecha que pueda decirnos exactamente que cambios habrán en los animales –o en las plantas–en los años siguientes, pero los biólogos evolucionistas como Liz Alter de la Universidad de California en Monterey Bay hicieron el ejercicio de predecir y suponer que podríamos ver. En su narración de tema en Vox, explicó que el primer paso fue considerar que factores afectan.
Una forma fue determinar que animales podrían sobrevivir a los efectos del cambio climático y la llamada sexta extinción. Luego, ver qué condiciones podríamos tener y qué adaptaciones se requerirían. Y la última fue considerar la historia de la vida en la Tierra y qué animales podrían regresar en nuevas formas cuando los humanos dejemos de estar.
Los roedores, las cucarachas y las palomas están en la lista. Se cree que como han sobrevivido hasta ahora sin mayor problema, podrían evolucionar para rellenar los espacios de otros animales extintos.
En una idea, se cree que palomas carnívoras terrestres podrían hacer el rol de los tigres si se extinguen en el siguiente millón de años y tomarán su lugar en la cadena alimenticia. Otra idea disruptiva es que los roedores han evolucionado en ambientes totalmente citadinos y se han adaptado para vivir en ciudades como Nueva York, por lo que no es descabellado pensar que podrían vivir en ambientes contaminados con desechos tóxicos.
La transición que ya sucedió de animales marinos que se hicieron terrestres podrían suceder para ambos lados. De ahí sale la idea de la rata-ballena, que podría necesitar ser acuática. Y que como seguro veremos, el plástico invadirá todos los espacios del planeta por lo que las especies probablemente pueda convertirse en su comida. Claro, no de forma directa pero es una fuente de carbon, elemento del que todas las especies dependen. Y este cambio podría afectar los sistemas digestivos de los animales para que puedan procesarlo o aprender a comer los desechos más viejos.
En este imaginario, los científicos consideran un futuro sin humanos, por lo que esperan que podríamos ver hasta creaturas que existieron antes de nosotros. La mantis gigante podría ser la evolución de los insectos que al tener una mayor concentración de oxígeno en la atmósfera – del cual dependen– y que sin los humanos, tendrán.
El futuro pinta muy extravagante en el reino animal, pero antes de perdernos en el imaginario, pensemos en los pasos que podríamos tomar ahora para cuidar las especies actuales y evitar que deban tomar pasos evolutivos tan radicales.